Image: Orquesta Nacional, aires nuevos

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Música

Orquesta Nacional, aires nuevos

El curso de la ONE amplía el repertorio y recupera a López Cobos

17 octubre, 2002 02:00

George Pehlivanian abre la temporada de la ONE

El 18 de octubre comienza la temporada de la Orquesta y Coro Nacionales de España. El curso, en el que ha tenido una amplia influencia su director técnico, Félix Palomero, dedica un amplio espacio a la obra de Beethoven, Bruckner y Strauss. Destaca, sobre todo, el regreso de López Cobos a la que durante años fue su orquesta.

La presencia de Félix Palomero al frente de la dirección técnica de la Orquesta Nacional se nota. La programación se ha hecho más coherente, más variada y presenta nexos, interrelaciones de carácter didáctico siempre útiles. Ha recuperado, por ejemplo, y dotado de interés, el ciclo de Música de cámara y polifonía, en el que este año trae como agrupación residente al excelente Cuarteto Petersen, mantiene el de órgano y ha creado, bajo el epígrafe "Conciertos para todos", una breve serie de carácter más popular, este año con el lema "Sonidos de la naturaleza". Aquí nos interesa, en el espacio de que disponemos, trazar algunas consideraciones acerca de la temporada de los conjuntos titulares, Orquesta y Coro.

El propio Palomero destaca ciertas líneas maestras, entre ellas las que se dedican a Beethoven (175 años de su muerte), siempre bien recibido por el público, a Bruckner, a Strauss y, diríamos nosotros, a Brahms, con el Concierto para violín, el 2 de piano y las Variaciones Haydn. Del gran sordo de Bonn se han seleccionado las sinfonías 3, 4, 6, 7 y 9, la infrecuente obertura de El Rey Esteban y la Fantasía coral, junto con una casi novedad, por el tiempo que hace que no se sitúa en estos atriles, la inabarcable y crispada Missa Solemnis, muy del agrado del director emérito, Rafael Fröhbeck de Burgos. Del pío organista de San Florian se programan las sinfonías 4, 7 y 8 más el Te Deum y la Misa nº 3. Del autor de El caballero de la rosa, se incluye precisamente una suite orquestal de esta ópera, además de dos de sus grandes poemas sinfónicos, Una vida de héroe y la Sinfonía Alpina, y de la Burleska, para piano y orquesta. Prokofiev, de cuya muerte se cumplen cincuenta años, está sólo representado por la cantata Alexander Nevsky, que abre la temporada.

Bicentenario Berlioz
Se festeja el bicentenario del nacimiento de Berlioz con La infancia de Cristo, ya ofrecido por Fröhbeck en Madrid. Otro oratorio es Las estaciones de Haydn, que va a dirigir un maestro nuevo en la plaza, el también tenor alemán Peter Schreier. Gran novedad es el Requiem de Ligeti, que pone en atriles Josep Pons. El programa que ha ideado es modélico: al lado de la citada obra del compositor húngaro se incluye la Música para un funeral masónico de Mozart y la Sinfonía Fúnebre de Haydn. De especial relevancia es la vuelta de Jesús López Cobos, tantos años ligado a la ONE y de la que separó tempestuosamente. Ofrece dos programas de alto nivel: el que reúne a las dos mencionadas obras corales de Bruckner y el que agrupa las Danzas de Don Quijote de Gerhard, Cinco piezas de Roig Francolì y la citada Vida de héroe de Strauss.

Buena idea la de traer a jóvenes directores españoles, como Josep Pons, Pedro Halffter y Juanjo Mena, con dos sesiones cada uno. Son valores que están formándose en buena medida, sobre todo los dos segundos, pero que prometen a poco que trabajen en serio. Pons se podrá sacar la espina del sonado desprecio epistolar de Fröhbeck de hace unos meses, cuando lo consideró públicamente rechazable como posible director de la ONE. Sin embargo, es seguramente, de los tres, el más sólido y solvente. Jóvenes son el muy gustado por la orquesta, George Pehlivanian, que abre el curso, y Christopher Wilkins.

Las demás batutas son ya conocidas y ninguna puede estimarse de relieve especial: Gómez Martínez, Steinberg, Herbig, Decker... Este último, ofrecerá junto a su antigua orquesta, la Sinfónica de Barcelona, la monumental Octava de Bruckner. Se sitúa asimismo al frente de la ONE otro instrumentista metido a director -y como la mayoría sin grandes cosas que decir-, el chelista Heinrich Schiff.

A resaltar dos estrenos absolutos, Hacia el aire sin nombre de César Camarero, sobre Luis Cernuda, e Imágenes de El Quijote de Joseba Torres. Esta última creación, al lado de las Danzas de Gerhard, se incluye en un proyecto a tres años de recuperación y estrenos sobre la obra cervantina, cuyo centenario se cumple en 2005. La literatura española se completa con obras de Esplá, Gómez, Antonio José, Marco, de Pablo, Casablancas y el citado Roig Francolì. Está bastante bien, aunque podría estar mejor.

Aparecen anunciados algunos solistas de talla, como André Watts, Sabine Meyer, el chelista Kirshbaum, el oboísta Schellenberger, los pianistas Lortie y Buchbinder, el violinista Repin. Entre las voces, Peter Lika, Robert Holl, Iris Vermillion Kurt Streit y Endrik Wottrich.