Despliegue contemporáneo
El compositor Gonzalo Olavide. Foto: SGAE
El Cuarteto Brentano, que actúa el 11 de marzo en Madrid dentro del Ciclo de Ibermúsica, ofrece, entre Beethoven y Mendelssohn, el estreno de Streams (Corrientes) de Wen-Chung Chou. Nacido y criado en China, Wen-Chung Chou (Chi Fu, 1923), se instaló en Estados Unidos y allí se convirtió en el alumno predilecto del gran Edgard Varése. Como compositor, como maestro de compositores y como autor de una fecunda fusión de tradiciones sonoras, Wen-Chung Chou goza hoy de gran prestigio en Estados Unidos.Chou se empapó desde niño de las sugerencias del arte caligráfico chino y del estilo y el repertorio del qin, la cítara de siete cuerdas. Su Cuarteto está escrito "en respuesta" al Arte de la fuga de Bach. Contiene fugas estrictas, cantos elegíacos y trazos misteriosos como de pincel de escribir.
Pero, entre el 11 y el 12 de marzo, son varios los estrenos y reposiciones que ofrece la cartelera. La tarde del 11 en el Auditorio Nacional se estrena una partitura orquestal de Mercedes Zavala (Madrid, 1963), una compositora de trayectoria muy interesante que se formó en Londres con Malcolm Singer. Su música ha tenido más eco en Europa y en América que aquí en su tierra natal, pero ahora su carrera española está empezando a afianzarse. El estreno de El océano sin nombre, que así se llama la partitura, lo dirigirá Isabel López Calzada al frente de una Orquesta Sinfónica de Mujeres de Madrid que el 11 de marzo hace su presentación.
Con carácter de reposición, encontramos dos obras de compositores españoles de primera fila. La Orquesta Nacional de España interpreta este fin de semana Tránsito, la composición de Gonzalo de Olavide (Madrid, 1934) que la propia ONE estrenó en el Festival de Alicante de 1992. Olavide vive desde hace unos años en Madrid, en Manzanares el Real, pero se pasó media vida en Ginebra, donde realizó una carrera compositiva muy notable.
Madurez creativa
En Tránsito puede oírse la voz de un compositor de gran talento en plena madurez creativa. Sin necesidad de reivindicaciones ni de aspavientos, sino a fuerza de crear estructuras elegantes y escribir músicas hermosas, Olavide se afirma como uno de nuestros mejores compositores.
Por su parte, el ciclo de abono de la Orquesta Sinfónica de RTVE dedica estos días su programa a la memoria de Miguel Alonso (Villarrín de Campos, 1925 - 2002), otro de los buenos compositores de esa rica promoción que suele llamarse Generación del 51. Alonso fue Delegado de la formación y Director de Radio Clásica y una de las voces más originales de su tiempo. Su cantata Visión profética, que es la que se repone los días 11 y 12 de marzo en el Teatro Monumental, causó mucha impresión en el ambiente musical madrileño cuando se estrenó, en 1964.