Figurín para la ópera Salsipuedes de Catán

En los próximos días tendrán lugar, casi al tiempo, en latitudes distantes, tres presentaciones operísticas de indudable interés; tres nuevas producciones, una de ellas diseñada para un estreno absoluto. Hablaremos en primer lugar de la creación mundial. Ocurrirá en una ciudad tan lejana como Houston, Texas. La obra se titula Salsipuedes y ha sido escrita por el mexicano Daniel Catán (1949), que estudió en Sussex y Southampton y reside en Los ángeles hace tiempo. Es cultivador de los géneros más variados. En el de la ópera ha sabido crear un lenguaje melódico muy atractivo, adobado con una delicada armonía y una orquestación de fuerte componente dramático, puesto ya de manifiesto en sus óperas Rapaccini"s Daughter y Florencia en el Amazonas. Combina con habilidad la tradición de todos los tiempos con ciertos hallazgos formales de nuestros días. En esta su nueva ópera, de corte más bien cómico, describe cómo se rompe la vida de dos parejas cuando la isla en la que viven declara la guerra a los nazis. Catán maneja en este caso exóticos y balanceantes ritmos caribeños. El libreto de Salsipuedes es de Eliseo Alberto y Francisco Hinojosa. Guido María Guida es el director musical de esta producción que se estrena mañana y que desarrolla una puesta en escena de James Robinson. La protagonista principal es la española Ana María Martínez.

Janácek en París
Un día antes, es decir, hoy mismo, se habrá abierto la ópera de París para el estreno de una nueva puesta en escena de la formidable y realista dramaturgia de Kata Kabanova (1921) de Leos Janácek. Para elaborar el rudo argumento pueblerino, poblado de intrigas y de sentimientos esquinados, se cuenta con un reparto en el que la versátil Angela Denoke trasladará la imagen sufriente de la protagonista. Sylvain Cambreling, un director discreto que se defiende en el repertorio del siglo XX, está en el foso. El montaje lleva la atractiva firma de Cristoph Marthaler, enfant terrible de la escena actual.

Y nos vamos más cerca, a Sevilla, en cuyo Teatro de la Maestranza se interpreta, desde el domingo, en versión de concierto, Pelléas et Mélisande, la única y genial ópera de Claude Debussy, que desde su estreno en 1902 no ha dejado de crecer. El director galo Marc Soustrot (1949), un buen artesano y conocedor de estos pentagramas, es el encargado de contarnos la enigmática y simbólica historia, que tiene como protagonista a la ascendente soprano madrileña ángeles Blancas. El barítono lírico francés Gérard Theruel será Pelléas y el italiano Lucio Gallo, de instrumento poco rotundo para el cometido, Goulaud, mientras que el bajo Christian Tréguier pondrá voz al barbudo Arkel.