Image: Neruda en música

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Música

Neruda en música

La Orquesta de la Comunidad de Madrid presenta la "Canción desesperada" de Francisco Otero

16 diciembre, 2004 01:00

Pablo Neruda en su casa de Isla Negra

La Orquesta de la Comunidad de Madrid, junto a su titular José Ramón Encinar, presenta el lunes 20 de diciembre, en el Auditorio Nacional, la Canción desesperada de Francisco Otero y la Serenata op. 42 de Ginastera, basadas ambas en poemas de Pablo Neruda. Como fuente de inspiración para muchos compositores, El Cultural, coincidiendo con su centenario, repasa la influencia del escritor chileno en el mundo musical.

El próximo lunes se va a desarrollar en la sala de cámara del Auditorio de Madrid, dentro de la temporada de la Orquesta de la Comunidad, una sesión en la que la poesía y la música juegan sus armas. Una propuesta reveladora de buen tino programador. Las obras elegidas son: Offrandes para soprano y orquesta de cámara, sobre textos de Vicente Huidobro y Juan José Tablada, de Edgar Varése; Seis poemas líricos de Juana de Ibarborou de Julio Gómez, orquestados para conjunto de cámara por Manuel ángulo (discípulo del autor), que constituyen estreno absoluto; Canción desesperada para soprano, dos bajos recitadores y conjunto instrumental, sobre textos de Pablo Neruda, de Francisco Otero, y Serenata op. 42 para barítono, violonchelo solista y conjunto instrumental, sobre escritos del chileno, de Alberto Ginastera. La Orquesta de la Comunidad Madrileña, dirigida por José Ramón Encinar, será protagonista junto a la soprano (otras veces, dado su lirismo, mezzo) María José Suárez, el barítono Carlos Bergasa y el chelista Asier Polo.

La presencia del poeta de Isla Negra es sintomática del lógico interés que siempre despertó en los compositores de todas las latitudes su elegante y fantasioso verbo. Lo tuvo el madrileño Otero (1940) en 1973 al poner música a un texto del Canto General en una partitura para soprano y guitarra. En 1977 decidió escribir esa Canción desesperada, donde hizo gala de su permanente independencia de criterio y de su constante búsqueda de nuevas fuentes de expresión, demostrativas de su sed de experimentación. La obra, galardonada con el Arpa de Plata en el IV Concurso de Composición de la Confederación Nacional de Cajas de Ahorro, se estrenó en el Teatro Real de Madrid el 22 de febrero de 1978. Casa muy bien con esta partitura y cierra con propiedad la sesión la opus 42 de Ginastera (1916-1983), que representa excelentemente lo que podría considerarse su tercera etapa creadora, que entraría bajo el epígrafe de neo-expresionista, en la que se instalan algunas de sus mejores obras y que nace en torno al Cuarteto nº 2. La vitalidad rítmica, la estilización nacionalista se dan la mano con ese colorido y esos contrastes propios de un lenguaje derivado de la Viena de 1900 y que tan bien supo asimilar el compositor argentino. Esta Serenata se estrenó en 1983. Pero no son los únicos nombres en torno a la poesía nerudiana.

Colaborador de Allende
Nos viene a la memoria en primer lugar el de otro chileno, Sergio Ortega, nacido en 1938 y fallecido justamente hace pocas fechas en París, donde residía desde el pinochetazo. Había ocupado importantes cargos culturales con Allende y colaboró en más de una ocasión, estrechamente, con el poeta. Ambos dejaron una magnífica muestra de su trabajo conjunto en la música incidental Esplendor y muerte de Joaquín Murrieta (1967). Más tarde, en 1974, el compositor redactó una ópera, con libreto de Püppelreiter, sobre palabras del vate: La huella de tus manos. Del mismo año es otra obra importante, la Sinfonía nº 12 del sueco Allan Petterson, para coro y orquesta, que parte del ciclo Los muertos de la plaza, de fuerte impronta política. El lenguaje de este músico, disonante, agresivo, asimismo de cierta raigambre expresionista, casa perfectamente con las demandas de la inspiración de Neruda, con lo que el resultado posee una intensidad extraordinaria. Lo que escuchamos es como un extenso e inacabable grito alucinado.

En España han empleado asimismo textos de Neruda el catalán Xavier Benguerel (1931), en su composición para soprano, guitarra y percusión Los enigmas (1981), y el vasco Javier Busto (1949), en una reciente obra coral, La noche en la isla. Lejos de nuestras fronteras nos encontramos con la canción La United Fruit Co., procedente del Canto General, escrita por el hollywoodiense John Mitchel (1941).

Naturalmente, Neruda es, y ha sido siempre, estrella en el mundo de la canción protesta o comprometida; o en el del jazz y de la música latina. Recordemos, por ejemplo, el nombre de la brasileña Luciana de Souza (1968), autora de los pentagramas de Diez poemas del chileno, cuyo Canto General está desde 1972 unido al griego Mikis Theodorakis, que no terminó su oratorio hasta 1981. Otros artistas son mencionables en este apartado: ángel Parra, Víctor Jara, Víctor Heredia o, incluso, en la parcela del rock fusión, Los Jaivas.