Música

Aires nuevos para Cuenca

La Semana de la Música Religiosa apuesta este año por la escena

29 marzo, 2007 02:00

La Schola Antiqua en una de sus actuaciones

Después de siete años bajo la batuta de Antonio Moral, la Semana de Música Religiosa de Cuenca estrena nueva directora, Pilar Tomás. Aunque continúa en la línea de su antecesor, aspira a buscar nuevos enfoques, especialmente en el terreno escénico. Por ello, destaca la representación del auto sacramental de Calderón La divina Filotea, y el espectáculo infantil El diluvio de Noé de Benjamin Britten, dirigido por Emilio Aragón.

Esta edición de la Semana de Música Religiosa de Cuenca, que hace la número 46, es la primera programada enteramente por Pilar Tomás, la nueva directora artística, que sustituyó en el cargo a Antonio Moral cuando éste fue fichado por el Teatro Real de Madrid. Esta nueva etapa continúa las líneas principales de la anterior, que subió espectacularmente hace ahora siete años, coincidiendo con la entrada de la Fundación Caja Madrid en el Patronato de la Semana. El nivel se mantiene alto.

Sin embargo, se perciben aires nuevos en algunos aspectos. Hay, por ejemplo, un especial interés en ofrecer la música en un contexto escénico o, al menos, espacial. La Semana empieza, significativamente, con la representación en la Iglesia de la Merced de un auto sacramental, La divina Filotea, de Calderón de la Barca, con música de José de Nebra. Pedro Mari Sánchez es el director de escena de este montaje y actúa, además, en el papel de Demonio. El espectáculo está basado en la representación que se dio en Madrid en 1745. También tiene puesta en escena, a cargo de Fernando Bernués, el espectáculo infantil El diluvio de Noé, de Britten, que en lo musical está dirigido por Emilio Aragón.

La voluntad de situar la música en el espacio además de en el tiempo, se nota también en la forma de presentar los Membra Jesu Nostri de Dieterich Buxtehude, que es uno de los espectáculos estrella de esta edición. Son siete cantatas, o mejor, siete escaladas sobre un texto medieval, que sube en contemplación poética por los "miembros" de Jesús, uno por uno, de los pies a la cabeza. Paralelamente, la música de Buxtehude realiza una verdadera ascensión mística, con profundidad expresiva y refinamiento de escritura. Punto culminante de todo ello es la cantata Ad Core, donde se ponderan los dolores del corazón de Cristo, que se ven sustanciados en el sonido de cinco violas da gamba. Para muchos, Membra Jesu es la gran obra maestra del catálogo vocal de Buxtehude, de cuya muerte se cumplen ahora trescientos años.

Montaje visual
La Semana de Cuenca ha encargado la interpretación de la obra al gambista Vittorio Ghielmi, que dirigirá al conjunto instrumental Il Suonar Parlante y al coro Rilke Ensemble. Pero el público de la Iglesia de la Merced no recibirá la música de Buxtehude en seco, sino envuelta en un montaje visual realizado por el videoartista Marc Reshovsky y precedida por el estreno absoluto de Transition, la obra encargada al efecto por la Semana al compositor y director Hans Rotman (Rotterdam, 1954). Rotman ha concebido una partitura con aire de introducción, que emplea voz, viola da gamba, trombón y cinta electrónica. Por otra parte, Buxtehude y los Membra están presentes de una manera u otra en varios de los conciertos de la Semana. El "Proyecto Buxtehude", producción de la Semana, ha despertado interés, entre otros, en el mismísimo Ivo Pogorelich que ha querido venir a Cuenca a verlo de cerca y a dar, de paso, un recital, fuera de la Semana, a precios populares.
El otro encargo del año se le ha hecho al compositor mallorquín Antoni Parera Fons (Manacor, 1943), que ya estrenó el año anterior una pieza para violín solo. En esta ocasión, Parera Fons ha puesto música al sutilísimo libro de poemas Los treinta nombres de Dios, de Marguerite Yourcenar. El gran barítono belga José van Dam estrenará este ciclo de canciones, con el autor al piano.

Pero la gran novedad de esta 46 Semana de Música Religiosa es el órgano. Tras largos trabajos de restauración, está ya en pleno funcionamiento el órgano del lado de la Epístola de la Catedral. A lo largo de la Semana Santa, lo harán sonar Gustav Leonhardt, Andrea Marcon y Andres Cea. Además, la Semana ha convocado unas Jornadas "Julián de la Orden", que a través de conferencias, mesas redondas y visitas guiadas a este órgano y a los de Villar de Cañas y Villaescusa de Haro, salidos también del taller de De la Orden, analizarán la figura y la obra de este ilustre organero. Participan en las Jornadas los hermanos Desmottes, autores de la restauración del órgano de la Catedral, Louis Jambou, musicólogo e hispanista, y Andrés Cea, organista y organero.

Las Jornadas parten del interés de la Semana en propiciar diversos encuentros: de la música de ayer con la de hoy, de la celebración litúrgica con el espectáculo musical, de Italia y España con Domenico Scarlatti y, en general, encuentro de músicos polifacéticos en torno a músicas diversas. Así, Vittorio Ghielmi no viene sólo a protagonizar el proyecto Membra, sino que da dos conciertos más, incluido un dúo de viola y clave con su hermano Lorenzo entre las arpilleras de Manuel Millares. Igualmente, Leonhardt y Marcon dirigirán conciertos además de dar sus respectivos recitales de órgano y el Rilke Ensemble, después de cantar a Buxtehude, dará un concierto de música contemporánea sueca dirigido por Gunnar Ericsson.

Por lo demás, abundan los nombres prestigiosos y los programas de interés. Y abunda la misa, como forma musical. Paul McCreesh dirigirá al Gabrieli Consort una bonita misa entreverada, en la que se alternan piezas de Monteverdi, Stravinski, Tippett y McMillan. El Coro Arnold Schünberg hará la Missa Solemnis de Beethoven con la Camarata de Salzburgo dirigidos por Gerd Albrecht y cantará una espléndida rareza, la Misa de Frank Martin.

Música y liturgia
Víctor Pablo Pérez interpretará la Misa número 3 de Bruckner con el Orfeón Donostiarra y la Sinfónica de Galicia, y la JONDE vuelve a Cuenca con Lötz Kühler y un programa Liszt-Wagner. Y aún dos detalles atractivos: la Misa de los Siete Dolores de Pierre de la Rue, que insiste en los Membra, y el recital de "traverso" de Wilbert Hazelzet.

La convivencia útil de la celebración musical con la litúrgica es uno de los logros evidentes de los últimos años en Cuenca. Esta vez, los contactos se diversifican. Vuelven los gregorianistas de la Schola Antiqua, que dirige Juan Carlos Asensio, a cantar en la Catedral los oficios del Triduo Sacro, pero, además, hay un gran despliegue de organistas en diversas iglesias y otros dos cruzamientos rito/concierto: el Domingo de Ramos del grupo Alia Música en la Concepción Francisca y el Via Crucis del conjunto Psallentes en el Hospital de Santiago. La Semana termina con la Misa Solemne de Pascua en la Catedral, que será la Misa de Madrid de Scarlatti, "oficiada" por la Schola Antiqua junto a The English Voices.

Marcon, de Vivaldi a Scarlatti

Uno de los protagonistas de la actual edición del Festival de Cuenca es el italiano Andrea Marcon que, al frente de su Orchestra Barocca di Venezia, dirigirá obras de Vivaldi y Scarlatti. Paralelamente, ofrecerá un recital dedicado a Domenico Scarlatti en el órgano de la catedral conquense. Marcon señala que este instrumento ha sido "el último en ser tenido en cuenta en el panorama de la música histórica, especialmente en los países mediterráneos. Tanto Italia como España está llena de ellos, y, en ambos sitios, han sido maltratados durante mucho tiempo. Sólo ahora la sociedad se ha concienciado de su importancia". Marcon es un exponente de esta última generación de intérpretes italianos que han conseguido ubicarse en un terreno que, hasta hace poco, controlaban ingleses y holandeses. "Me emociona ver cómo mis compatriotas y los grupos españoles pueden tratar de tú a tú a aquellos grupos que dominaban el panorama aportando nuevas lecturas e incluyendo compositores olvidados", añade.