Música

Tres tenores para Andrea Chénier

20 septiembre, 2007 02:00

Escena de la ópera Andrea Chénier

Menos primario que Mascagni, más imaginativo que Leoncavallo, el exuberante y sanguíneo Umberto Giordano se había dado ya a conocer con Mala vita (1892) y con Regina Diaz (1894), cuando estrenó en Milán Andrea Chénier en 1896, un fresco bien trazado sobre libreto de Luigi Illica, uno de los libretistas también de Tosca, en el que no falta el énfasis, el sensual despliegue melódico y una elocuencia un tanto agreste pero efectiva y altamente melodramática.

Título de envergadura que inaugurará el próximo 25 de septiembre, y hasta el 17 de octubre, la temporada del Liceo y que incluye páginas tan famosas como el Improvviso, la Mamma morta o Nemico della patria; por no hablar del impresionante dúo final. Para esta ocasión, se cuenta en el foso con el competente israelí Pinchas Steinberg, al que no hacíamos en este tipo de repertorio. No obstante, es artista ecléctico. El poeta y sensible Andrea Chénier se lo reparten tres tenores que podríamos calificar de spintos, José Cura, buen actor, Fabio Armiliato, más ortodoxo, y Carlo Ventre, de irregulares medios.

Del mismo modo, para Maddalena de Coigny se alternan sopranos lírico-spinto tan distintas como la estadounidense Deborah Voigt y la italiana Daniela Dessi. Sin duda, ésta última, con instrumento de menor relieve, podrá proporcionar más carácter a la joven y vulnerable aristócrata que ama a Chénier y no duda en seguirlo hasta el suplicio. Entre medias, aparece la voz de Anna Shafajinskaia. Gérard está en las tan diversas gargantas de Carlos álvarez, oscuro y tonante, y Anthony Michaels Moore, opaco y engolado. El Incredibile, un personaje que recreó como nadie el ínclito Piero di Palma, será, suponemos, bien defendido por el polifacético Francisco Bas. La escena, que proviene del New National Theatre de Tokio, está en manos del francés Philippe Arlaud, autor también de los decorados y de la iluminación. Por su parte, el vestuario es obra de Andrea Uhmann y la coreografía, de Keith Morino.