Image: Fabio Luisi, de Strauss a Mundry

Image: Fabio Luisi, de Strauss a Mundry

Música

Fabio Luisi, de Strauss a Mundry

Conciertos/ Mañana y pasado, en madrid dentro del ciclo ibermúsica

10 abril, 2008 02:00

Foto: Archivo

Una de las cuerdas más sedosas del mundo es la de la Staatskapelle Dresden. Un conjunto legendario que celebró en 1998 su aniversario número 450, lo que da idea de la longevidad y del poso que esta formación encierra en su seno. Míticas batutas han ido configurando su espectro sonoro y su infalibilidad: Weber, Wagner, Von Schuch, Reiner, Busch, Richard Strauss, Bühm, Keilberth, Kempe, Sanderling, Carlos Kleiber, Blomstedt, Sinopoli y otras muchas.

El actual titular es el genovés Fabio Luisi, un músico que ha ido ascendiendo puestos lentamente y que se ha colocado en la cima en los últimos años; casi sin ruido ni brillos extemporáneos. Pero es un músico serio, solvente, a cuyo control escapan pocas cosas en virtud de un bien estudiado plan de ensayos. Se encuentra a gusto, por supuesto, en el repertorio operístico italiano, pero se enfrenta con la máxima de las firmezas al germano. Orquesta y director se van exhibir en Madrid, él por primera vez, en el ciclo de Ibermúsica en sendos programas. El primero, mañana mismo. Una vida de héroe de Strauss será la obra base que nos va a servir para calibrar de nuevo la medida de una agrupación que forjó parte de sus virtudes justamente de la mano del creador de ese magno poema sinfónico, que se ofrece acompañado del poético Idilio de Sigfrido de Wagner y de un estreno, Balances de la alemana Isabel Mundry (1963), compositora competente y estudiosa, que se aloja en una línea hasta cierto punto continuadora del postwebernismo y que gusta de unir elementos dispares de épocas históricas diversas en un conglomerado en el que late asimismo un elocuente concepto del tiempo.

La segunda sesión, el sábado, incluye el poco conocido Concierto para violín de Hindemith, que tocará como solista el impecable y riguroso Frank Peter Zimmermann. Mahler, con su Sinfonía nº 1, Titán, completa el acto. Buena piedra de toque también para apreciar el poder, la sonoridad, la tímbrica de una orquesta.