Image: Ópera de rabiosa actualidad

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Música

Ópera de rabiosa actualidad

Lachenmann, Tomás Marco, Enno Poppe y Michael Jarrell, en el ciclo Óperadhoy

19 junio, 2008 02:00

Un momento de Segismundo. Soñar el sueño, de Tomás Marco.

La ópera contemporánea desembarca en Madrid. Tras la presentación en el Teatro Monumental de La cerillera, mañana y pasado (Día Europeo de la Música) toma el relevo el Teatro Albéniz con Trabajo, alojamiento, manutención, de Enno Poppe, uno de los grandes renovadores del teatro musical. Le seguirán los montajes de Tomás Marco, Segismundo, el día 23, con puesta en escena de Gustavo Tambascio y dirección musical de José Luis Temes, y Casandra, de Michael Jarrell, que llegará al ciclo óperadhoy los días 28 y 29 bajo la dirección escénica de Georges Lavaudant.

Con sólo existir y llamarse así, el ciclo óperadhoy, que dirige Xavier Göell, denuncia una importante carencia de nuestra vida musical. Titular un ciclo de teatro musical "ópera de hoy" debería ser una perogrullada, pero por desgracia no lo es. Al contrario, es un título pleno de sentido porque la ópera que se hace habitualmente en otros sitios no es "de hoy", sino "de ayer". El ciclo, según Göell, "pretende presentar en Madrid las mejores producciones operísticas y de teatro musical de todo el ámbito internacional contemporáneo y también de poder liderar todo un proceso de producción". óperadhoy se destaca como uno de los pocos escaparates donde se da a conocer lo que se compone ahora. Continúa con ello, en el aspecto teatral, el camino andado por su ciclo hermano, Músicadhoy, en el apartado instrumental. El ciclo incluye este año tres espectáculos teatrales muy distintos entre sí y muy distintos de la mayoría de las funciones operáticas al uso. Previamente, a manera de ilustre prólogo, figura la versión de concierto de La cerillera, la ópera que Helmut Lachenmann compuso sobre el cuento de Andersen de igual nombre. En realidad, en la obra de Lachenmann, tan importantes como el cuento de la niña que se calienta con las cerillas, son las incrustaciones de textos de Leonardo da Vinci y de Gudrun Ensslin, la activista de la Fracción del Ejército Rojo. Esta presentación previa tuvo lugar el viernes pasado en el Teatro Monumental de Madrid, interpretada por la Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE, bajo la dirección de Helmut Hermann y con la participación en vivo del propio Lachenmann como recitador.

Un Poppe contemporáneo. Tras ese desasosegante preámbulo, el ciclo comienza mañana viernes sus espectáculos representados con la obra Trabajo alojamiento, manutención, que se presenta en España poco después de su estreno absoluto en la Bienal de Múnich. El autor es el compositor alemán Enno Poppe (1965). Se trata de una de los representantes más sonados de la joven promoción de compositores alemanes. Poppe estudió composición y dirección de orquesta en la Escuela Superior de Artes de Berlín, con Friedrich Goldmann y Güsta Neuwirth. Se le conoce por sus obras Gelüschte Lieder (Canciones apagadas), y Knochen (huesos) que le permitieron ganar por dos veces el Premio Boris Blache. Es también premio Busoni, Fundación Siemens y Academia de Artes de Berlín. En el ambiente musical español, Enno Poppe es conocido, sobre todo, por su labor como director y pianista, y por sus actuaciones con el Ensemble Mosaik.

Para la obra que se muestra en Madrid, Poppe ha trabajado conjuntamente con el escritor alemán Marcel Beyer. El tándem Poppe/Beyer había ya dado muestras de su compenetración en Interzone, un espectáculo concebido en 2004 a partir de un concepto de Williams S. Burroughs y desarrollado en colaboración con la videoartista Anne Quirynen. En esta ocasión, ambos autores se han basado en Robinson Crusoe, aunque el relato de Daniel Defoe está tratado con gran libertad. El foco está puesto en los monólogos interiores del náufrago y en el perfeccionismo obsesivo con que ejecuta trabajos sin sentido. Viernes es el intermediario en la relación de Robinson con la realidad sonora de la isla. En Trabajo, manutención, alojamiento, Poppe emplea un actor, un barítono, los Neue Vokalsolisten de Stuttgart y el ensemble Musikfabrik, además de un amplio uso de sintetizadores y electrónica en vivo. La palabra está tratada en múltiples niveles y desde muy distintos puntos de vista sonoros y compositivos.

Tomás Marco y Calderón. En Segismundo. Soñar el sueño, que es el siguiente espectáculo del ciclo, quien se inspira en un clásico de la literatura es Tomás Marco, autor del libreto y de la partitura. El texto parte de La vida es sueño de Calderón, pero Marco lo trata desde una perspectiva intimista, igual que hicieron Poppe y Beyer al reconstruir a Crusoe. Además, el texto de Calderón es sometido a un proceso de adelgazamiento que le permite desarrollarse en poco más de una hora. Marco considera que el meollo de esta cuestión reside en un triple juego de espejos: el del sueño como imagen borrosa de la vigilia; el del mundo como sombra de sí mismo, como en la caverna de Platón, y, finalmente, el del hijo como proyección edípica del padre y al revés. Tomás Marco se desenvuelve muy bien en las sutilezas de la percepción y disfruta introduciendo el pie entre arte y realidad. Los otros aspectos del drama de Calderón (guerras, cautiverios, enredos amorosos...), e incluso personajes enteros, como el de Rosaura, son descartados con decisión. El aseo con que el Marco libretista corta el drama y añade insertos (de Platón y de Alberto Lista) es paralelo al cuidado exquisito con que el Marco músico expone los versos de Calderón. Segismundo es una ópera de bolsillo que requiere las voces de un contratenor (o, más concretamente, la de David Azurza, para quien está escrita la parte) y dos actores. La orquesta es esquemática: sintetizador, clarinete, violonchelo y percusión.

El estreno tuvo lugar en el Teatro Tantín de Santander y se puso luego en el Festival de Almagro. La dirección musical corre a cargo de José Luis Temes, y la escénica de Gustavo Tambascio. Para Marco, óperadhoy constituye "una posibilidad para compositores actuales, donde concurren una gran variedad de experiencias, ya sean lingöísticas o de puesta en escena". A continuación de Segismundo, el ciclo presenta Casandra, un espectáculo del compositor suizo Michael Jarrell que responde, en palabras de su autor, al género de la "ópera hablada". En realidad, la obra explota la zona intermedia que se extiende entre la palabra hablada y la cantada. La protagonista es una actriz, Astrid Bas, que sin embargo somete las vicisitudes de la emisión de la voz a las indicaciones rítmicas y tímbricas del compositor.

La versión escenificada. El público ya conoce esta delicadísima música, puesto que sonó en versión de concierto en 2003, dentro del ciclo Músicadhoy. El director de escena Georges Lavaudant asistió a aquel concierto y se comprometió a idear una versión escenificada. Así lo hizo, y esa Casandra puesta en escena fue estrenada en el Teatro Odeón de París el año pasado y viene ahora al Albéniz madrileño. Se nos cuenta, con gran refinamiento sonoro, la historia de Casandra, la sacerdotisa que obtuvo superpoderes de Apolo, pero que, por no entregarse carnalmente al dios, fue condenada a no poder convencer a nadie de sus premoniciones. Casandra predice en vano la caída de Troya y el asesinato de Agamenón. El director suizo Luca Pfaff dirigirá al Proyecto Guerrero y contará con el apoyo electrónico e informático de Pierre Charvet.

Uno de los aspectos más esperanzadores del ciclo óperadhoy es su imbricación, mediante consorcios y coproducciones, con los productores más pujantes de Europa en el terreno de la nueva música teatral. Sea dentro de la red ENPARTS (European Network of Performing Arts) o en acciones paralelas, los espectáculos de este ciclo se presentan en colaboración con entidades como la Bienal de Venecia, Musik der Jarhundert de Stuttgart o la Bienal de Múnich.