Image: Pilar Jurado

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Música

Pilar Jurado

“A las óperas actuales les falta ritmo de thriller”

20 noviembre, 2008 01:00

Pilar Jurado. Foto: Álvaro Villarubia

Pilar Jurado presenta el jueves 20 en el Auditorio Nacional El arte de la coloratura. Comparte con El Cultural los retos de este disco, una auténtica fiesta del agudo, y de la ópera que prepara, en su faceta de compositora, para el Teatro Real.

Esta tarde, Pilar Jurado presenta nuevo disco y es adecuado decirlo así, en jerga de música ligera, porque esta artista literalmente incomparable está bien acreditada en el arte de cruzar las barreras entre géneros. Lo demuestran sus propuestas anteriores: PJ Project y transópera. Sin embargo, puesto que los extremos se tocan, este nuevo disco resulta ser justo lo contrario: género puro, pura ópera. Se titula El arte de la coloratura y consiste, efectivamente, en una fiesta en el requeteagudo a la que acuden las grandes arias de esta especialidad: desde Martern aler arten de El rapto en el serrallo, Una voce poco fa de El barbero de Sevilla, So anch’io la virtù magica de Don Pasquale o Caro nome de Rigoletto hasta Grossmächtge prinzessin de Ariadna en Naxos o las arias de The Rake’s Progress de Stravinski. En el mundo de la melodía, la coloratura viene a ser el acabose del ornamento, el no va más del virtuosismo, el colmo de las agilidades. Pilar Jurado lo ve así: "La coloratura ha sido usada maravillosamente por los grandes compositores pero a veces la ha maltratado el divismo de las cantantes. El querer dar más de lo que hay ha convertido a menudo en un circo lo que creo que es una sublimación del canto".

"Pilar Jurado: soprano coloratura". Así salió anunciada en el programa de mano de su primer gran concierto, hace ya unos cuantos años. Era el estreno absoluto de Antigua fe, de Luis de Pablo, y una jovencísima Jurado asombró al público con su voz limpia y su condición, hasta entonces desconocida entre nosotros, de cantante y compositora. Pilar sería una insólita cantautora si existiera este gremio en el terreno clásico, fuera del cercado de la canción protesta. "Mi lado de compositora -dice Jurado- me impulsa a coger la partitura de estas arias y limpiarla, distinguiendo lo que sobra de lo que realmente está ahí, lo que se intuye que el compositor quería e incluso lo que la tradición ha fijado. En un aria en la que todo el mundo acaba en un agudo y en la que todos los aficionados esperan ese agudo, quitarlo es obviar la realidad de esa música". Además de limpiar, Jurado añade, porque no se resiste a aportar novedades allí donde parece razonable hacerlo: "Hay sitios donde en mi opinión estaba permitido ir más allá, e incluso hay escritos sobre ello, como en el caso de Rossini. Obviamente, he recogido toda la tradición, pero no he intentado imitar a Callas, ni a Gruberova, ni a ninguna de las grandes, sino aportar algo, siempre de forma muy respetuosa".

La portada de ese disco, como la imagen que acompaña estas líneas, es una foto-celebración donde la artista se muestra orgullosa de sí y dispuesta a exprimir sus muchos talentos sin restricciones. Una foto muy Jurado. "Me gusta eso de crear estilo", dice muerta de risa al respecto.

A Pilar la hemos oído a menudo cantando partituras de autores vivos. "Se tiene la idea de que los que desarrollan su actividad dentro del mundo contemporáneo no tienen capacidad para el repertorio clásico, pero no es así. Creo que estas arias se tienen que cantar cuando estás en un momento vocal excelente, porque es de lo más difícil del repertorio operístico".

En L’Arte della coloratura Pilar Jurado colabora con la Joven Orquesta Nacional de España, que es la que suena en el disco, bajo la batuta de Patrick Davin. La presentación de esta tarde consiste en un concierto en el Auditorio Nacional de Música de Madrid en la que Pilar cantará algunas de las arias del disco acompañada, esta vez, por la Nueva Orquesta Sinfónica de Madrid dirigida por Nacho de Paz.

Por otra parte, Pilar Jurado está de actualidad porque ha recibido el encargo de componer una ópera, La página en blanco, que será estrenada en el Teatro Real en 2011. Se encuentra en estos momentos trabajando en la obra, cuyo argumento es de ella y está completamente terminado. "Está contada como un thriller y es totalmente yo -explica-; va a toda velocidad. Tiene el ritmo de una película, que es yo creo lo que le falta a las óperas que se han compuesto en los últimos años, sobre todo en España". Tras el éxito de su Stabat Mater en la Seman de Música Religiosa de Cuenca y su reciente experiencia coral en el Festival de Alicante, una ópera grande, producida por el Teatro Real, supone el reto más ambicioso de su carrera hasta la fecha. Muchos muy buenos compositores han naufragado al zambullirse en el pilón de la ópera. La ventaja de Jurado, en principio, consiste en que ella lleva ya mucho tiempo metida entre bambalinas.