Image: Apoteosis mística en el Liceo

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Música

Apoteosis mística en el Liceo

Pons estrena en España el Rey Roger de Szymanowski

30 octubre, 2009 01:00

El tenor W. Hartmann y el barítono S. Hendricks

Un todoterreno, Scott Hendricks, da vida en el Liceo barcelonés al protagonista de la última ópera de Szymanowski, que llega por primera vez a España de la mano de Josep Pons en una fantasiosa producción de David Pountney.

Por fin se estrena en España Rey Roger (Król Roger), segunda y última ópera del compositor polaco Karol Szymanowski (1882-1937), estrenada en Varsovia el 19 de junio de 1926 y luego caída en el olvido hasta poco después de la Segunda Guerra Mundial. El próximo lunes, el Teatro del Liceo va a tener el honor de presentar en nuestro país una obra de extraordinario interés musical, antes que dramático.

En cierto modo, Rey Roger mantiene un paralelismo con Oedipus Rex de Stravinski, estrenada sólo un año después. Con independencia de sus escrituras y significados, ambas parten, según el estudioso Kaminski, de una representación hierática, de una determinada antigöedad, distinta en cada caso. Lo que hace de Rey Roger una suerte de sinfonía vocal y coral en tres movimientos desarrollada a través de un lenguaje conceptual -del libretista Jaroslaw Iwaszkiewicz, lejanamente inspirado en Eurípi- des- y, eso sí, de una música formidable, en la que se dan cita, a modo de precipitado, las diversas influencias recibidas, e inteligentemente sintetizadas, por el compositor en un momento crítico de su creación: impresionismo francés, trazos del Stravinski de La consagración de la primavera, formulaciones extraídas del folclore de su país, gotas del misticismo de Scriabin, algún aroma straussiano y variados rasgos procedentes de un postromanticismo todavía coleante. Sucede que Szymanowski era un músico con personalidad propia, lo que favoreció que, a la postre, tantos elementos aparecieran soldados y fusionados en esta partitura operística, que posee bellezas innegables y un colorido que oscila entre lo místico y lo panteísta, el adecuado para servir e ilustrar la historia de Roger II de Sicilia, barítono lírico, que vivió en pleno siglo XII y que sufrió una crisis religiosa que sólo al final, y de forma un tanto extraña, parece quedar resuelta gracias a una sorprendente fusión entre cristianismo y paganismo. Los otros dos personajes son su esposa Roxane, soprano lírica ancha, y el Pastor, tenor lírico a la italiana. Coro y orquesta, muy amplia y plagada de irisaciones, acompañan con mesura y episódicas explosiones a los protagonistas.

Retos fronterizos
No es fácil traducir una partitura semejante, que presenta también dificultades a la hora de llevarse a la escena. Siempre hay problemas para la danza dionisíaca que corona la apoteosis mística del final. En el foso estará Josep Pons, ducho sin duda en este tipo de menesteres, en los que se trabaja con pentagramas fronterizos. Roger está encomendado al barítono norteamericano Scott Hendricks, un todo terreno resultón. Roxane es la alemana Anne Schwanewilms, estupenda straussiana y competente también en retos vocales de este carácter. Sus problemas quizá residan en la exigente coloratura. Como Pastor, una parte asimismo plagada de trampas vocales y de melismas varios, figura el tenor americano Will Hartmann, de sólido instrumento-lo comprobamos en la Lulu del Real-, pero al que no vemos en un papel tan sensual. La producción, que huye del respeto a la cronología, tiene buena pinta y viene de Bregenz, firmada por el fantasioso David Pountney.

Mahler, a mil

La Octava de Mahler es conocida como la Sinfonía de los mil por el gran número de cantantes e instrumentistas que requiere. Así, el director ruso se las verá delante de más de 400 personas (entre la Orquesta del Teatro Mariinsky, el Orfeón Pamplonés y Escolanía y el Coro Amici Musicae) el miércoles y el jueves próximos en el Baluarte y el Auditorio de Zaragoza, respectivamente. También con la Mariinsky, este lunes inaugurará la XXVI temporada de Ibercamera en el Auditori de Barcelona (con la violonchelista Marie-Elisabeth Hecker) y, el día 7, acudirá al Auditori de Gerona con la Quinta de Mahler y la Júpiter de Mozart.