Image: Jesús López Cobos: En el Real he sido aceptado, pero no deseado

Image: Jesús López Cobos: "En el Real he sido aceptado, pero no deseado"

Música

Jesús López Cobos: "En el Real he sido aceptado, pero no deseado"

El director vuelve a París en la exitosa producción de Los cuentos de Hoffmann que se repone esta tarde en la Ópera de París

1 junio, 2010 02:00

El director zamorano Jesús López Cobos. Foto: Javier del Real

Benjamín G. Rosado
Es uno de los directores más solicitados del mundo. Por eso el modo en que se ha urdido su salida de Madrid ayudará más bien poco a retenerlo en los teatros y auditorios cercanos a la capital. Hace tiempo que a Jesús López Cobos (Toro, 1940) lo reclaman en Nueva York, le hacen ofertas desde Viena y ahora se deja ver otra vez en la Ópera de París, la que durante mucho tiempo fue su segunda residencia. Y en donde, curiosamente, nunca llegó a coincidir con Gérard Mortier, intendente durante cinco temporadas y ahora su sucesor in extremis en Madrid. Ha pasado de Hugues Gall a Nicolas Joel sin solución de continuidad, eligiendo bien las partituras, cuidando las buenas compañías y con un ojo siempre en el imprevisible público galo.

Los parisinos conocen bien la producción que esta tarde se reestrena en la Ópera de Paris y de la que existe una cuidada edición en DVD, testimonio del buen feeling que comparten el maestro zamorano y el director de escena canadiense, Robert Carsen. Juntos levantaron una soberbia producción de los Diálogos de carmelitas de Poulenc y juntos también reinventaron hace unas semanas una Salomé de Strauss que consiguió dar una vuelta de tuerca al drama freudiano del libreto que tanto revuelo causó en su estreno, hace 101 años. "No sé si somos tanto como almas gemelas -cuenta a Elcultural.es López Cobos desde la capital francesa-, pero lo cierto es que Carsen ha hecho siempre alarde de una gran sensibilidad musical. Se preocupa de que la partitura esté a salvo y se implica en el trabajo con los músicos, haciendo de la escena una manifestación más de lo que quiere expresar el compositor. Actitudes como ésta escasean en los teatros de ópera del mundo".

Los cuentos de Hoffmann requiere este tipo de planteamiento, aperturista y sin presunciones. Ópera póstuma de Offenbach, que arregló Giraud para su estreno en París en 1881, está considerada la obra maestra del compositor, que por primera y última vez abandonó el formato de opereta para, cumpliendo un deseo expreso de juventud, ser recordado como un músico "serio". "Es el reto eterno de la versión a elegir -continúa el director musical del Teatro Real-, así que cada teatro tiene su propia receta, y eso hace que la ópera esté constantemente reinventándose. En el caso concreto de este montaje, creo que lo más interesante es la manera de resolver el idilio entre Nicklaus, alter ego de Offenbach, y Stella. Retoma el final abierto y hace buen uso de toda la simbología del libreto".

No le gusta a Jesús López Cobos señalar con el dedo, pero reconoce que se le ha faltado al respeto en Madrid, donde lleva siete años como titular en el foso. "Somos profesionales, y la gente tiene derecho a un cambio de guardia en la dirección del Real. Con lo que no estoy de acuerdo es con el modo en que se ha gestionado todo". No quiere (o no puede) desvelar los detalles de su agenda a partir del próximo mes de septiembre, pero si algo tiene claro es que no acudirá a Madrid como director invitado en las próximas temporadas: "He pasado la página, Madrid es agua pasada. Lo digo sin acritud, aceptando la realidad del Teatro Real, donde siempre he sido aceptado, pero no deseado".