Image: ¿Qué hay en la 227?

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Letras

¿Qué hay en la 227?

Hablamos con el responsable de la única caseta que vende e-books en la Feria del Libro

1 junio, 2010 02:00
Marta Caballero
Cerca del Pabellón Carmen Martín Gaite, en el que se celebró una mesa redonda en torno al libro electrónico, hay una caseta que estos días no da abasto. Sobre todo porque, además de a los lectores, tiene que atender a numerosos medios de comunicación. Sirius es de facto la única tienda que despacha en la feria libros digitales. El 10 por ciento de sus ingresos del fin de semana se los dio el nuevo formato y las visitas de su web (www.equiposirius.com) no dejan de aumentar. En cuanto a las preguntas, su facebook lo deja claro: "La mayoría se interesa por nuestros e-books".

Su editor, el visionario Jorge Ruiz, se puso con ello hace dos años, y se ha significado en esta edición como el único librero digital, a pesar de que en la presentación de la feria se anunció que serían treinta los sellos que incorporarían el formato. Para su sorpresa, en el perfil del comprador de sus e-books destacan las mujeres de 50 años en adelante que justifican su compra por la ventaja de no cargar peso. Además de los contenidos gratuitos a los que el lector puede acceder en la web, hay un aliciente clave, el precio. El libro más vendido de Sirius, Conspiración en Bizancio, cuesta 19'90 euros en papel y sólo 7 en formato digital, más de un 50 por ciento de diferencia y esto sin el descuento del 10 por ciento de la feria, que no pueden aplicarle por el 16 por ciento de IVA que tiene el e-book. De entre las anécdotas de sus lectores neófitos destacan algunas como la presencia de clientes que no saben cómo funciona su lector y la de gente que cree que lo digital es gratuito.

En el blog de la editorial queda plasmada una de las anécdotas que sorprendió a los mismos dependientes: Un caballero de unos 70 años se les acerca preguntando por los libros-e y pide que no le cuenten "lo de los cacharros, que ya los tengo, quiero libros". Según el blog, el hombre suspiró por haber encontrado al fin una caseta que le dejara satisfecho. "¿Ven esta cara pálida que tengo? No he dormido haciendo cola para comprar el iPad", contó a los editores.