Image: Minkowski, puro Händel

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Música

Minkowski, puro Händel

12 noviembre, 2010 01:00

Marc Minkowski.

La Staatsoper de Viena recibe su primera Alcina barroca.

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  • En la Staatsoper de Viena están de enhorabuena. Desde el domingo y hasta el 26 de este mes van a tener la oportunidad de escuchar y contemplar la ópera Alcina de Händel en lo que muy probablemente sea la primera puesta en escena de carácter barroco, como mandan los cánones, en ese coliseo. En el foso se sitúa el experto y decidido Marc Minkowski, que gobernará la función organizada por el inglés Adrian Noble, muchos años al frente de la Shakespeare Company. El reparto es de lujo. A la cabeza, como Alcina, la soprano alemana Anja Harteros, a quien será interesante seguir en una nueva faceta, necesitada de una fácil pirotecnia vocal, y como Ruggiero, la mezzo búlgara Vesselina Kasarova, de rico caudal y vibrato amplio. Participan también Veronica Cangemi (Morgana) y Kristina Hammarström (Bradamante), igualmente hábiles en la fioritura.

    Alcina se estrenó en la Royal Opera House en 1735 con un éxito estruendoso. El libreto, seguramente de Antonio Fanzaglia, es una muy libre adaptación del poema épico Orlando Furioso de Ariosto, sobre los amoríos entre la maga Alcina y el caballero Ruggiero. Los pentagramas dan un extraordinario lustre a una narración de una fantasía arrebatadora. La partitura es un auténtico encaje de bolillos y contiene algunas de las arias más acabadas del autor, la mayoría previstas para esos dos personajes, que fueron encarnados en el estreno londinense por Anna Strada del Pò y el castrato Giovanni Carestini.