Música

Los nuevos cachorros del jazz

Clayton y Akinmusire encabezan el relevo

10 junio, 2011 02:00

El trompetista Ambrose Akinmusire. Foto: Clay Patrick McBride.

El jazz del futuro ya obedece a los jóvenes. Gerald Clayton, Ambrose Akinmusire, Nate Wooley, Tigran Hasmasyan, Peter Evans y Julian Lage publican sus trabajos estos días.

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  • El jazz es una música que se regenera en el filo del instante, siendo la única expresión cultural capaz de reinventarse cada noche y en cada momento. Queda claro: el jazz tiene futuro, sí. Pero... ¿quiénes serán los encargados de contárnoslo? Estos días coinciden los lanzamientos discográficos de varios jóvenes talentos que están llamados a descubrirnos y a anticiparnos las esencias del jazz que sonará mañana.

    Uno de ellos es el pianista Gerald Clayton (Utrech, Holanda, 1984), hijo del famoso contrabajista y director de orquesta John Clayton. Esta semana publica su segundo disco, Bond: The Paris Sessions (Universal): diez piezas originales y seis versiones de temas clásicos que liberan una extraña energía postbop. El chico lleva el talento en la sangre, aunque en su corta carrera ha hecho méritos suficientes. Tras conseguir en 2006 el segundo premio del prestigioso Thelonious Monk Institute of Jazz Piano Competition, acompañó a Roy Hargrove y a Diana Krall, entre otros, y firmó en 2009 su disco-debut, Two-Shade.

    Similar trayectoria lleva el también pianista Tigran Hasmasyan (Gyumri, Armenia, 1987), que con tres álbumes en catálogo se ha erigido en toda una sensación. Ahora sale a la luz A Fable (Verve), un piano solo con rabiosas prolongaciones de instrumentistas venerables como Art Tatum. Su actuación en el Festival de Montreux de 2003 no pasó inadvertida para la crítica especializada, y en 2006 fue quien le robó la medalla de oro a Clayton en el concurso Monk.

    No son, en cualquier caso, los únicos en acreditar sus primeros avales musicales en el "instituto monkiano". También lo han hecho el pianista Aaron Parks, el saxofonista Jon Irabagon o el contrabajista Ben Williams, aunque en este tiempo se reclamen titulares para otros ganadores. Es el caso del trompetista Ambrose Akinmusire (Oakland, California, 1982), que acaba de editar su segundo trabajo When the Heart Emerges Glistening (Blue Note). Apadrinado por Jason Moran, Akinmusire sorprende por una autoridad compositora tan erudita como emocionante, soñando una nueva caligrafía para la trompeta. Comparte instrumento con otros dos jóvenes leones, Peter Evans y Nate Wooley. El primero publica hoy su séptimo registro, Electric Fruit (Thirsty Ear Recordings), y el segundo presenta su tercero como líder, (Put Your) Hands Together (Clean Feed). Ambos recorren los rincones más escorados del género, entre la modernidad jazzística y la música improvisada.

    Otro cachorro con disco es el guitarrista Julian Lage (Santa Rosa, California, 1987). Su Gladwell (Emarcy) supone un magnífico subrayado a su ópera prima, Sounding Point (2009), por la que obtuvo una nominación a los premios Grammy. ¿Precocidad? Que se lo pregunten a Carlos Santana, que fue quien le invitó a tocar cuando Lage tenía sólo ocho años. Hoy su talento como autor sólo es comparable a su misterioso y sub- yugante sentido de la cuerda.

    ¿Y en nuestro país? La cantera está igualmente asegurada, gracias a artistas adolescentes, como la pianista madrileña Marta Sánchez, y a bandas como el cuarteto del Musikene, Ornetillos, que ya está en la final del concurso del Getxo Jazz. El solo de trompeta que se gasta Elsa Armengou (6 años), de la Sant Andre Jazz Band, en YouTube es otra garantía de futuro.