Plácido Domingo.

Con ocasión del centenario de Gian Carlo Menotti, Plácido Domingo dirigirá los días 13 y 14 de julio Amelia al Ballo y The Thelephone en el Teatro Martín i Soler del Palau de les Arts Reina Sofía.

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  • Cien años, 28 óperas y dos Pulitzer son los números de una caja fuerte que esconde la memoria de Gian Carlo Menotti (Varese, 1911-Montecarlo, 2007). Cuatro años después de su muerte, el compositor y libretista italoamericano ha acabado siendo un desconocido en España, a pesar de la popularidad que lo acompañó en vida. "Prefiero ser el Puccini de los pobres que el Boulez de los ricos", solía decir.



    Hace dos décadas Menotti abrió el Festival de los Dos Mundos, que él mismo había fundado en 1958 en Spoleto, con la ópera Goya, escrita para Plácido Domingo y estrenada en Washington ante la presencia de la reina Sofía. Ahora es el tenor y director español quien le corresponde desde el Centro de Perfeccionamiento del Palau de les Arts de Valencia con ocasión del centenario (ayer) de su nacimiento. Lo hará desde el foso, dirigiendo a la Orquesta de la Comunidad Valenciana los próximos días 13 y 14 de julio por las páginas de dos óperas bufas en un solo acto, Amelia al Ballo (1937) y The Thelephone (1947).



    La hazaña comprende una serie de riesgos, toda vez que la crítica musical ha censurado insistentemente el carácter pucciniano de Menotti y su tendencia al melodrama popular, lo que explica que algunas de sus óperas hayan sido recicladas con éxito en la Avenida Broadway. "Será una ocasión única -explica Domingo a El Cultural- para poder acercarnos a un compositor injustamente despreciado y poco conocido en nuestro país". Frente al interés que manifestaron Poulenc o Stravinsky por los trabajos del autor de The Consul, algunos padres de la vanguardia, como Luigi Nono, llegaron a negarse a compartir programa con él. "Es algo rela- tivamente habitual en los compositores italianos", bromea Domingo. "Así ocurrió con Mascagni y Giordano, por no hablar de la famosa lucha de Bohemes que puso en jaque la amistad de Puccini y Leoncavallo".



    Lejos de la tendencia a considerar a Menotti más libretista que compositor, asegura Domingo que la partitura de Amelia al Ballo está plagada de hallazgos. "Tiene una exquisita complejidad en los metales y en las cuerdas que le confiere una armadura armónica de primera categoría y un rico sentido atonal". Ambos títulos, que tienen a dos mujeres, Amelia y Lucy, como protagonistas, servirán de lanzadera a la joven cantera de cantantes del Centro, a la espera de que Alberto Zedda renueve o no su contrato como director musical.