El joven director alemán David Afkham, durante un concierto. Foto: Chris Christodoulou.

El joven director alemán, candidato a la titularidad de la Orquesta Nacional, sustituye a un convaleciente Ingo Metzmacher al frente de la Joven Orquesta Gustav Mahler en Ibermúsica, que estrenará una obra de Lera Auerbach.

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  • Mañana acude al Auditorio Nacional de Música de Madrid la Joven Orquesta Gustav Mahler, que por enfermedad de Ingo Metzmacher estará dirigida por David Afkham, un tierno talento de 29 años nacido en Friburgo de Brisgovia, alumno del Conservatorio de su ciudad, ganador de diversos premios y asistente en Londres de Valery Gergiev y en Ámsterdam de Bernard Haitink. Es hermano de Micha Afkham, violinista de la Filarmónica de Berlín.



    Pese a su juventud, Afkham se ha colocado ya al frente de algunas de las mejores orquestas del mundo. Para la ocasión, el talentoso muchacho se las verá con la interminable y repetitiva Sinfonía n° 7 'Leningrado' de Shostakóvich, toda una prueba, y con la escena final de El ocaso de los dioses de Wagner, en donde contará con la soprano sueca Iréne Theorin, una habitual huésped del Festival de Bayreuth y una acreditada Isolde y Brünnhilde. Voz ya no joven, pero con temple, carne y reciedumbre para un cometido como el anunciado.



    Nos complace sobremanera tener la oportunidad de poder seguir las evoluciones de Afkham, batuta más flexible y atractiva que la un tanto rígida y metronómica de Metzmacher. Será una forma de comprobar la entidad real de este director, que estuvo a punto de ser nombrado titular de la Orquesta Nacional de España en sustitución de Josep Pons, que en unos meses se incorporará al equipo del Liceo de Barcelona. El cambio de Gobierno del pasado mes de noviembre abortó una operación que estaba prácticamente hecha y que suponía una valiente apuesta por lo nuevo. Creemos que no debe esperarse más tiempo para resolver la situación del ascendente conjunto español, aún huérfano.



    Con frecuencia también encontramos en la programación de Ibermúsica composiciones de nueva creación o de escasa difusión. De tal manera que a la postre, casi inadvertidamente, el público de este Ciclo de Orquestas y Solistas del Mundo acaba por conectar con pentagramas hasta cierto punto inhabituales. Que se sitúan en los atriles de las principales formaciones sinfónicas y en manos de los mejores directores de la actualidad.



    Apuntamos en el haber de las novedades próximas el estreno de diez Preludios para piano y violín (1999) de Lera Auerbach, que tocarán el próximo jueves el excelente violinista griego Leonidas Kavakos y el pianista Enrico Pace en un concierto que reúne también la Sonata n° 1 de Prokofiev y la Sonata Kreutzer de Beethoven. La joven creadora, nacida en 1973 en Cheliabinsk, en la frontera con Siberia, posee un lenguaje muy libre, de lo más atractivo, que combina las yuxtaposiciones tonales y atonales y que desarrolla en una amplia variedad de formas. Al parecer, la compositora rusa explora en sus Preludios todas las tonalidades mayores y menores a través de la sucesión de intervalos de quinta.