¿Cómo suena el verano? Esta es la pregunta que hemos hecho a escritores, artistas, cineastas, actores, directores de teatro, de museos... para que, con su música, nos ayuden a sobrellevar estos meses de calor. Cada día, tres nuevas canciones seleccionadas por uno de nuestros "pinchadiscos" irán engrosando la playlist de Spotify.



Escuche aquí la lista completa de las canciones de Así suena el verano

Un Altro Addio, de Ornella Vanoni / Vinicius de Moraes / Toquinho Esta canción, y en realidad el disco entero -La Voglia, La Pazzia, L'Incoscienza, L'Allegria (1976)-, es mi favorita de todos los veranos, especialmente cuando viajamos en coche. Es una de las pocas que puedo cantar entera. De hecho, hace poco, en un festival de música y literatura en Cremona, entoné alegremente unas estrofas para pasmo e hilaridad del público. Maravillosa casualidad: esa misma tarde cantaba allí Ornella Vanoni.







El loco soy yo, de Los Bravos Del disco "Los chicos con las chicas" (1967) Pertenece a un verano, ya antiguo, de mi adolescencia. Melancolía, acné, onanismo y demasiadas lecturas. Con Los Bravos me sentía muy moderno. Imitaba en la ropa y los gestos a Mike Kogel, el cantante. Andaba siempre buscando un lugar donde apoyarme indolentemente con las manos en los bolsillos.







Al mar!, de Manel

Gran tema estival. En mi casa del pueblo, tan cerca del mar y normalmente llena de amigos, la hemos cantado a coro infinitas veces mientras preparábamos arroces o pescados al horno. Fue esta canción del disco Els millors professors europeus (2008), tan pegadiza y tan sencilla, la que hizo famosos a los Manel. Compuesta en estado de gracia.








Pedro Zarraluki (Barcelona (1954) acaba de regresar de Cremona, donde participó en el Festival Le Corde dell'Anima, dedicado a la literatura y la música, en la patria de los stradivarius. "Resulta que han traducido al italiano mi novela (¡de hace 20 años!) La historia del silencio, y yo estaba allí para presentarla y de paso hablar de eso, del silencio en la música. La mejor presentación que me han hecho nunca, y eso hizo que me viniera arriba en lo de cantar, que no es lo mío precisamente". Fue otra buena noticia para Zarraluki, en un año repleto de ellas. Así, en 2014 regresó a la ficción para adultos, tras un silencio que duró ocho años, con el libro de relatos Te espero dentro (Destino). Ganador del premio Nadal por Un encargo difícil, obtuvo el premio Herralde con La historia del silencio (1994), el Ojo crítico de RNE por El responsable de las ranas (1990); su novela juvenil El hijo del virrey fue elegida en 2013 por The White Ravens y recibió el premio Margarita Xirgu de teatro radiofónico por Retrato de una barca (1988)