Orfeón Donostiarra

Muchas veces ha venido a Madrid el más que centenario Orfeón Donostiarra. Recordamos con cariño aquellos conciertos con la Orquesta Nacional de los sesenta y setenta en los que se ponía al frente de ambas agrupaciones un joven e impulsivo Rafael Frühbeck de Burgos, que tan bien se llevaba con Juan Gorostidi, director de la de San Sebastián. Pasó el tiempo, a Gorostidi lo sustituyó Antxón Ayestarán y a éste José Antonio Sainz Alfaro, que desde hace 28 años asume la dirección del Orfeón y ha ido estilizando las maneras de sus cantores, de tal forma que en la actualidad el conjunto posee una sonoridad quizá menos compacta y contundente en beneficio de una tímbrica más clara, de destilación más fina, con unas voces de soprano argénteas y solares, unas contraltos de señoriales claroscuros, unos tenores de lirismo reconocible y unos bajos de menor pegada, pero de mayor capacidad de hermanamiento.



Hay más refinamiento en la coloración, se mantiene la afinación, casi siempre intachable, se conserva el empaste y se ha ganado en claridad y suavidad de emisión. En la línea moderna de las masas corales inglesas o alemanas. Y que siguen otras agrupaciones norteñas, como el Orfeón Pamplonés. Todo ello favorece, en cambio, que los perfiles sean menos acusados, que la musicalidad haya crecido y que se esté en disposición de afrontar con fortuna los pianísimos más escalofriantes, regular las voces medias y atacar los fortísimos sin perder temple.



Lo que se podrá apreciar este sábado (9) en el Auditorio Nacional en el concierto organizado por A+música.com con la colaboración de Juventudes Musicales, que dirigirá el propio director del Orfeón y que coloca en atriles esa obra maestra que es el Réquiem alemán de Brahms. La orquesta es la de Cámara Andrés Segovia, ampliada para la ocasión, con su concertino y director artístico Víctor Ambroa al frente. Buena prueba para Sainz Alfaro, que le ha cogido gusto a la batuta, que maneja con elegancia y sorprendente concepción del tempo, de lo que ha dado ya varias muestras en Madrid y otros lugares con obras como Carmina Burana, Novena de Beethoven y Réquiem de Verdi.