Heras-Casado celebra el 450 aniversario de Monteverdi. Foto: Javier del Real
El Auditorio Nacional festeja el 450.° aniversario del compositor italiano con la primera parte de Selva morale e spirituale, interpretada por el Coro y el Ensemble Balthasar Neumann y dirigida por Pablo Heras-Casado.
Toda una experiencia la de poder seguir este monumento, un auténtico resumen de tres décadas creadoras, trasladado al pentagrama hacia 1640, en el que se reúnen piezas del más diverso carácter, desde motetes para voz sola o corales, himnos, salmos y una misa a cappella. Es asombrosa la panoplia de efectos que se dan cita en este conglomerado virtuoso, dotado de una poderosa retórica que mira al futuro y que pone bien a las claras la evolución que fue marcando el músico a lo largo de los años y que hallamos también en sus madrigales de última época, en los que igualmente fructifica la denominada seconda prattica, que dotaba de mayor elocuencia y emoción a sus estructuras en virtud de un sugerente semideclamado y un uso prodigioso de las armonías, cauce necesario para establecer sorprendentes disonancias revestidas de una elevada significación.
Hoy nos asombran algunos avances de la escritura, por ejemplo, la impecable construcción por grados tonales, siempre en función de los acontecimientos dramáticos, ordenados en una obra de arte que es, como tal, espejo de la perfección divina y que da pie, como apunta René Jacobs, para la exposición de todas las maneras de cantar conocidas en la época, fundamentalmente: Cantar parsaggiato (o canto virtuoso); Cantar sodo (o canto simple) y Cantar d'affetto alla napolitana (canto moderno que da lugar a que los efectos vocales se dirijan a expresar los afectos).
Hacen falta cantores e instrumentistas de alta cualificación para acometer los dieciséis números que se incluyen en esta primera mitad de la obra, que se interpretan en orden distinto al prefijado en el moderno catálogo de Stattkus (SV). Para alcanzar las esferas celestes con esta divina música, que combina maravillosamente voces e instrumentos, se cuenta con el Coro y el Ensemble Balthasar Neumann, que fundara en su día Thomas Hengelbrock. Músicos de depurada y agreste sonoridad, voces bien templadas y empastadas. En esta oportunidad a su frente estará un hombre todo terreno, de carrera hasta el momento imparable: el granadino Pablo Heras-Casado, que comenzó su trayectoria precisamente en este campo.