Retrato de Pedro Miguel Marqués

El compositor mallorquín Pedro Miguel Marqués es conocido hoy, y relativamente, sobre todo por su zarzuela El anillo de hierro, en un tiempo muy representada, y algo menos por ser el autor de cinco sinfonías (algunos le apodaban el ‘Beethoven español'). Fue músico de gran formación, adquirida en buena medida en París, donde trabó amistad con Berlioz. En Madrid estudió con Arrieta. Pronto forjó un lenguaje propio, elegante, melódico, base de un estilo constructivo diáfano, de un romanticismo heredero de un clasicismo evolucionado. Lo que se aprecia en aquellas composiciones y en otras muchas, como las zarzuelas Justos por pecadores, El maestro de Ocaña, La cruz de fuego, El regalo de boda o, por no citar más, El reloj de Lucerna, uno de sus mayores triunfos y que va a ser exhumada los días 7 y 8 de abril en el Teatro Principal de Palma de Mallorca gracias a su alianza con el Instituto de Ciencias Musicales de la Universidad Complutense (ICCMU). Ambas partes han tenido clara la valía de esa zarzuela, partitura de "exquisita calidad artística", estrenada en 1884 en el Teatro Apolo de Madrid.



Al autor del libreto, el aragonés Marcos Zapata (1842-1913), se lo definió en su día como "poeta y autor dramático de verso rotundo y sonoro". En ocasiones firmó sus obras con el apodo de Mefisto. Su teatro fue calificado como un "alegato contra el despotismo". La acción de El reloj de Lucerna se sitúa en la Suiza del siglo XVII y narra a lo largo de tres actos los avatares de la viuda Matilde, de su hijo Fernando, de su prima huérfana Celia, personajes que quieren librar a su patria de la tiranía del gobernador Gualterio, que pretende a la viuda. Fernando es arrestado por escribir una proclama en contra del dictador. En el segundo acto se cuentan los intentos para liberarlo. En el tercero se produce una rebelión popular que impide la ejecución del muchacho.



Peña Goñi consideraba que la música de esta zarzuela es "la más robusta, si vale el adjetivo, la más trabajada, la más completa y mejor de cuanto ha escrito Marqués para el teatro". Las críticas de la época fueron unánimes en cantar las virtudes de esta creación de Marqués. Lo evidencian líneas como estas aparecidas en La Correspondencia Musical con motivo de su estreno y recogidas por el profesor Ramón Sobrino: "La partitura es la más bella y original de Marqués. Todo acusa una obra maestra, genial, llena de inspiración, esmaltada de sorprendentes efectos y enriquecida por una instrumentación de primer orden".



Se destacaba en ella la grandiosa obertura, el dúo de tiples, el quinteto final del primer acto, el monólogo de la tiple, el coro de consejeros, la plegaria y el concertante del segundo, y el preludio que abre el tercero. Las representaciones mallorquinas estarán dirigidas por Carlos Martos (escena) y José María Moreno, al frente de la Sinfónica de las Islas Baleares. Los materiales de orquesta y la versión de canto y piano se conservan en el archivo de la SGAE y han sido la base del trabajo musicológico realizado por el ICCMU.