El Teatro Real nos prepara los días 13, 14 y 15 tres auténticos manjares vocales. Una excelente salida de las navidades para ir reconfortando el espíritu con buenos cantantes y mejores músicas. La primera es Joyce DiDonato, que mantiene a sus 51 primaveras un tono muscular, un brillo tímbrico y un talante verdaderamente admirables. Airosa, dispuesta, fácil, rumbosa, maneja una voz clara, extensa, con notas agudas más propias de una soprano, con un fraseo siempre bien cincelado, que la faculta para decir y moldear a voluntad y para exhibirse en cualquier repertorio. En el Real le recordamos unos estupendos Strauss. Parece cantar siempre sin esfuerzo, directa y frontalmente. Acompañada por el pianista Craig Terry interpretará, mostrando su versatilidad, obras de Haydn, Mahler, Hasse, Haendel y Berlioz.
El segundo es Jonas Kaufmann, de la misma edad. Apuesto, galano, elegante, dominador, mantiene enhiesto el pabellón tenoril centroeuropeo gracias a un instrumento oscuro, maleable, capaz de medias voces y, sobre todo, falsetes, de los que suele abusar afeando una buena línea de canto en la que, además, se hace con frecuencia demasiado presente un nada deseable apoyo en la gola, poco sano, muscular, y que seguramente ha incidido en que haya debido anular con frecuencia actuaciones previstas. Pero es inteligente y se queda siempre de manera muy directa con el personal. Repertorio muy variado, quizá demasiado: Schubert, Beethoven, Mozart, Silcher, Mendelssohn, Schumann, Grieg, Bohm, Zemlinsky, Brahms, Dvorák, Chopin, Strauss, Chaikovski, Wolf y Mahler. Le acompaña el experto y fiable Helmut Deutsch.
El tercero, Javier Camarena, con 44 años. Acometerá páginas de Don Pasquale, La fille du régiment y L’elisir d'amore, todas ellas de Donizetti. Un verdadero festival en honor del músico de Bérgamo, que tan bien va al tenor mexicano, leve de emisión, aéreo de fonación, fácil de articulación, como bien saben los madrileños, ya que aquí se ha exhibido en óperas belcantistas como I puritani, La favorite, L’elisir (recodamos su bis) o Il pirata. Domina, por supuesto, la zona aguda y sobreaguda. Podrá borrar el mal recuerdo de su último recital, que tuvo que acortar debido a una indisposición. Lo acompañará la orquesta titular del teatro dirigida por el también mexicano Iván López-Reynoso.