Rasputín nos clava su mirada siniestra y desafiante desde la portada de La lucha por la vida, el disco con el que la banda de rock Ilegales celebra sus 40 años de andadura. Su foto es una declaración de intenciones, porque este disco no es una revisión nostálgica del pasado, sino un “mirar hacia delante”, explica a El Cultural el líder de la banda asturiana y compositor de todas las canciones del álbum, Jorge Martínez (Avilés, 1955), más conocido como Jorge Ilegal. “Solo hay una canción antigua, el resto es material muy nuevo e incluso a estrenar”.
Lo que sí hay, como en otros álbumes que celebran aniversarios redondos, es un montón de colaboraciones con músicos de renombre. Algunas apariciones son más o menos esperables, como la de Loquillo, Josele Santiago o Calamaro, expertos como Jorge “en noches certeras y destructivas”, presume el músico. Otras colaboraciones son más sorprendentes, como las de El Niño de Elche, Guille Galván y Juanma Latorre de Vetusta Morla, Carlangas de Novedades Carminha o Dani Martín.
Esta última asociación, reconoce el líder de Ilegales, sorprendió a los seguidores del grupo. Figúrense: el roquero pendenciero codo a codo con uno de los mayores símbolos del pop de radiofórmula (aunque también ha tenido siempre su lado macarra). La polémica estaba servida. “Ha sido nuestra gran apuesta. La gente se echó las manos a la cabeza cuando anunciamos esta colaboración, pero Dani sudó la camiseta literalmente y dejó una grabación planchada, perfecta. El resultado salta a la vista”, afirma Jorge.
Además de los citados también aparecen Luz Casal, Enrique Bunbury (que acaba de anunciar su retirada de los escenarios), Coque Malla, Iván Ferreiro, M Clan, Evaristo Páramos de La Polla Records, Kutxi Romero de Marea y Cucho Parisi de los Auténticos Decadentes. “Queríamos una propuesta totalmente nueva y la tenemos. Generalmente lo que hace la gente es guardarse eso para el disco siguiente al del aniversario, pero me parece poco honesto, además el experimento realmente palpitante y excitante es tener una colección de canciones como esta y dejar que ellas sean quienes eligen a los artistas invitados”.
Ilegales defenderá este disco (sin los colaboradores) y celebrará su 40.º aniversario con una gira española que comenzará el 18 de marzo en Zaragoza y concluirá el 7 de mayo en la sala La Riviera de Madrid, con paradas intermedias en Bilbao, Santiago de Compostela, Valladolid, Barcelona, Valencia, Murcia, Granada y Sevilla. También han cerrado fechas en Chile, Perú, Ecuador, Colombia y México.
Con 66 años que no aparenta ni por asomo, el cantante se ve “de puta madre y con ganas” de echarse de nuevo a la carretera. Preparación física no le falta. Una de sus aficiones favoritas, quitando las nocturnas, es sumergirse en el Cantábrico a pleno pulmón.
"Todos esos artistas inocuos tan abundantes hoy en día no dicen nada. Hay que decir cosas, dar titulares"
Pregunta. Abre el disco en plan rockabilly con Loquillo cantando “mil veces prefiero ser bocazas que murmurador”. ¿Por eso le preguntan tanto en las entrevistas por temas polémicos que no tienen nada que ver con la música?
Respuesta. Yo siempre entro al trapo porque creo que hay que arriesgarse y decir cosas, y Loquillo también es valiente en eso. A veces nuestro discurso es discutible o completamente erróneo pero, claro, el que no hace nada no se equivoca nunca. Todos esos artistas inocuos tan abundantes hoy en día no dicen nada, así no cabe error ninguno. Hay que decir cosas, incluso dar titulares, ¡qué cojones! Aunque a veces el titular que te ponen no es el que tú hubieras elegido ni mucho menos… Y esa canción con Loquillo dice más cosas en los escasos dos minutos que dura: “Si quieres subir alto vas a convertirte en tristeza”. Eso solo lo sabemos bien las personas que hemos tenido mucho éxito.
P. ¿Se está solo ahí arriba?
R. No es por la soledad, yo la llevo muy bien porque soy un solitario en toda regla. No sé por qué es, pero el éxito produce una especie de náusea insuperable.
P. ¿Por qué?
R. No sabría decirte, me lo he preguntado muchas veces. Creo que es la propia falta de dificultades. Todos los seres vivos están hechos para intentar sustraerse a esas dificultades, bien huyendo como hace un antílope o peleando como hace un tigre para comer. En el momento en el que falta esa tensión se produce un desajuste que marca una decadencia vital inevitable. Los humanos no estamos hechos para ser felices, lo he dicho más de una vez. La felicidad mata, solo es tolerable durante un corto periodo de tiempo.
Un macarra simpático y culto
Jorge Ilegal es un tipo que combina en un extraño equilibrio la chulería y la imagen de tipo duro (incluso con fama de violento en su juventud y a juzgar por sus letras) con la simpatía, la amabilidad y la erudición. Fue “expulsado de un montón de colegios”, alguno de ellos “militarizado para niños rebeldes”. Pero aunque sus padres pensaban que no sacaba partido a la educación que le estaban dando, él asegura que sí lo hacía, pero a su manera y solo en las áreas que más le interesaban. Su otra gran fuente de conocimiento fue la biblioteca de su abuelo, marino mercante, donde devoró las obras completas de Pío Baroja. De hecho, el título del disco, La lucha por la vida, está tomado de una de sus trilogías, y el de la canción grabada con Dani Martín, Juventud, egolatría, de una autobiografía de Baroja (en la que, por cierto, hablaba fatal de su ciudad, que le acaba de negar su medalla de oro cuando se cumplen 150 años de su nacimiento).
Con respecto a la violencia, bueno, no se cansa de contarlo cada vez que le sacan el tema: de joven tuvo una época en la que su amigo más fiel era un palo de hockey. Lo sacaba a pasear cada noche pero solo lo usaba “en legítima defensa”. El motivo queda explicado off the record, pero el caso es que gracias a él y a su buen manejo los tipos que iban a por él dejaron de buscarle. Lo deja claro en una de las canciones de este disco: “Ser manso es peligroso”. Y viendo el panorama en Ucrania, no queda otra que darle la razón.
"Tenemos un pueblo que no sabe defenderse. Hoy más que nunca se está demostrando que si quieres la paz, debes prepararte para la guerra"
Y aquí la conversación se desvía inevitablemente a la educación y la geopolítica: “Yo usé el palo de hockey por supervivencia. ¿Acaso no tiene Ucrania derecho a defenderse de la invasión de Putin? Y lo está haciendo, con sus escasos medios. Las nuevas generaciones están padeciendo los efectos de una mala educación que penaliza la defensa propia. Lo que tenemos es un pueblo que no sabe defenderse, que no ha hecho el servicio militar, y que tienen que estar en manos de un ejército profesional manejado por vete a saber quién. Hoy más que nunca se está demostrando que si quieres la paz, debes prepararte para la guerra”.
“Putin no es un loco”, continúa el músico. “Parte, igual que Stalin, de la postura mental que tenían los zares. Era un imperio y siguen teniendo esa mentalidad imperialista. Lo que ha conseguido es revitalizar la OTAN, que ya se veía agonizante. Por otra parte, Rusia ha sido insultada durante mucho tiempo. El desmantelamiento de la URSS fue un saqueo, Occidente se lo compraba todo a precio de saldo. Y últimamente se ha visto con el enemigo acercándose a sus fronteras. Deberíamos haber sido más prudentes y más generosos con Rusia. Pero esta invasión no debilita a Europa, sino que la ha unido más. Ese es un efecto indeseado que es posible que Putin no haya calculado bien. Pero bueno, esto no es más que la manera de verlo de un rockero…”.
Pregunta. Queda claro que es un rockero muy leído y muy informado, pero la mayoría de sus letras se basan en experiencias vitales. ¿Es su principal fuente de inspiración?
Respuesta. Sí, sin duda. Supongo que toda la información que le llega a uno deja un poso, pero lo que más huella deja son las cosas que creemos que olvidamos, y sobre todo los errores cometidos.
P. ¿Ha cometido muchos errores en su vida?
R. Muchísimos. Y no soy de los que dicen “si volviera a nacer haría lo mismo”. ¡Los cojones! No cometería ni un error. Si pisas un charco a la siguiente intentas no meterte, pero hay quien se mete varias veces y la verdad es que yo lo he hecho también.
P. ¿Por qué ha elegido una foto de Rasputín para la portada?
R. Porque Rasputín y la lucha por la vida son la misma cosa. Lo intentaron matar un montón de veces y la que tuvo éxito fue una sucesión de fracasos lamentables. Los que le querían matar probaron primero el veneno con una criada y la pobre chica murió inmediatamente. Rasputín ingirió grandes cantidades de veneno con abundante licor y lo único que le pasó es que se pegó una dormida acojonante. Cuando se despertó le descerrajaron un tiro y tampoco lo mataron, le pegaron con un atizador de la chimenea; lo dieron por muerto, lo encadenaron y lo tiraron a un río y cuando lo extrajeron del río helado, todavía vivía. Y corre por ahí el rumor de que sigue vivo. Yo no lo creo, porque ese pene descomunal que se exhibe en un tarro solo puede ser suyo.
P. ¿Cómo ha vivido estos dos años de pandemia?
R. Con cierta alegría, reconozco. Tenía cosas pendientes por hacer, aproveché para leer, tocar guitarras de mi colección que tenía aún inexploradas y escribí gran parte del material de este nuevo disco.
"El rock tiene una tremenda salud porque hay toda una industria detrás. La gente de esas otras músicas más lumpen consumen lo gratuito"
P. ¿Cómo ve el panorama musical en España?
R. No ha cambiado mucho en 40 años. El rock sigue coexistiendo con otros tipos de música, algunos de ellos abyectos, igual que en 1982 e igual que en los años 50, cuando se llamaba rhythm and blues. Yo soy un viajero en el vehículo del rock, que va mirando por la ventanilla, oyendo esto y lo otro. Y lo cierto es que seguimos oyendo cosas maravillosas y también las mismas basuras, que solo han cambiado un poco, igual que el propio rock. El rock es una música muy contaminante que al mismo tiempo se contamina con mucha facilidad. Pasa lo mismo con el jazz y otras músicas. Y, bueno, felizmente ha llegado hasta este 2022 con una tremenda salud. ¿Por qué? Porque hay toda una industria detrás del rock que se ha desarrollado con mucha fuerza: festivales, equipos de sonido y de iluminación, empresas que llevan la promoción, marcas de cerveza, de bebidas espirituosas y hasta de agua mineral. Porque la gente del rock sí consume mucho todas estas cosas. La gente de esas otras músicas más lumpen consumen mucho lo gratuito, YouTube, pero el público del rock compra vinilos, va a festivales, se toma unas cervezas…
P. También tienen más poder adquisitivo porque son más viejos.
R. Bueno, hay gente muy joven en los conciertos de Ilegales, sobre todo en las primeras filas, y algunos con caras de sorpresa ante lo que están escuchando. En cambio en la parte de atrás ves gente con el pelo blanco, algunos verdaderos expertos en oír conciertos, que se ponen cerca de la mesa de mezclas porque es donde hay mejor sonido.
P. A nivel estrictamente musical, ¿qué le llama la atención últimamente? ¿Está asegurado el relevo generacional en el rock?
R. Veo cosas muy nuevas y no tan nuevas, porque los movimientos en el arte son pendulares. Se revisitan muchos caminos que se habían trillado en los 60, cuando había bandas experimentales como Gong o King Crimson. Hay muchas bandas ahora probando esas cosas, incluso en España, como los Derby Motoreta’s Burrito Kachimba. También me gustan mucho los Brea, que todavía no tienen ni disco y tocan de puta madre. Hay por ahí un montón de cosas tremendas.