El universo de Queen no tiene final. Debería aparecer en los libros de cosmología como un fenómeno que, tras el Big Bang, no deja de expandirse. La banda británica, asociada desde hace tiempo con Adam Lambert, ha lanzado, con el nihil obstat del guitarrista (y astrofísico, por cierto) Brian May y del batería Roger Taylor, Face It Alone, un tema inédito del añorado Freddie Mercury, fallecido en 1991, que grabaría para el álbum The Miracle (lanzado en 1989 y remasterizado en 2011).
“Encontramos esta pequeña joya olvidada de Freddie. Fue un verdadero descubrimiento. Estaba algo escondido. Hubo que pegar trocitos pero es preciosa, te toca el corazón”, señaló May sobre un tema que va acompañado con imágenes y dibujos de actuaciones en las que el cantante de origen parsi aparece junto a su mítica formación.
“La obra de Mercury persiste incólume sobre los raíles de la música de los años ochenta, es decir, moderna y chapada a la antigua, buscando renovar la tradición sin caer en la parodia”, sentencia Alberto Manzano en su reciente El rock de la muerte (Cúpula).
Farrokh Bulsara, nombre real de Mercury, nació en 1945 en Stone Town, Tanzania, entonces colonia británica de Zanzíbar, donde residió hasta que, en plena adolescencia, se mudó con su familia a Inglaterra. Pero fue allí, en el este de África, donde Mercury empezó a tener contacto con la música.
Fue en 1970 cuando Freddie Mercury se une a Brian May y Roger Taylor para formar una nueva que llamaron Queen. Y ahí empezó la leyenda. 31 años después de su muerte, su legado como voz de Queen continúa siendo incuestionable, marca de un artista que unía a su calidad vocal inusual una gran capacidad dramática y un magnetismo sobre el escenario que hipnotiza hasta en vídeo, como demuestra Face It Alone.
Durante los 20 años que estuvo al frente de Queen, Mercury se convirtió en inspiración para muchos artistas de varias generaciones, ya que sus letras y la producción casi teatral de cada una de sus presentaciones le dieron otra perspectiva en la forma de conectar con el gran público. "Yo no voy a ser una estrella del rock. Voy a ser una leyenda", dijo el británico en una entrevista al inicio de la década de los 70. Y lo cumplió. Y es que su universo no deja de expandirse. ¿Continuará?