Yo-Yo Ma nos habla de tú con su chelo
Llega a Ibermúsica, acompañado de la pianista Kathryn Stott, con un programa taquillero que va de Mendelssohn a Piazzolla
26 octubre, 2022 00:02Es ya bien conocido entre el público español el chelista norteamericano Yo-Yo-Ma, nacido en París en 1955 de padres de origen chino. Los aficionados de Madrid tienen ahora oportunidad de verlo y escucharlo de nuevo tras su maratoniano concierto de febrero de este año con las seis Suites de Bach, un reto del que en general salió victorioso y en el que fue delineando con creciente sapiencia las aristadas cumbres de composicones tan exigentes.
En esta nueva oportunidad, fijada para este 26 de octubre, dentro de la temporada de Ibermúsica, y junto a su habitual pianista Kathryn Stott, el chelista nos ofrece un programa caleidoscópico y taquillero con obras de Mendelssohn, Shaw, Sibelius, Bloch, Dvorák, Wallen, Mariano, Parra y Piazzolla.
Ma podrá exhibirse a conciencia, sobre todo en las Cuatro piezas románticas de Dvorák o en el Libertango de Piazzolla (en arreglo de Stott), y mostrar su bello y bien cincelado sonido, no muy grande, sus maneras expresivas, sus acentuados rallentandi, a veces excesivos, su amor por la línea sinuosa, su habilidad para la regulación de dinámicas, su eventual delicadeza, sus exquisitos pianísimos y su capacidad para cantar; y siempre sonriente y bienhumorado. Su entusiasmo es contagioso y su proyección hacia el público, inusitada, dado el calor que imprime a sus ejecuciones.
Ma podrá exhibirse a conciencia, sobre todo en las 'Cuatro piezas' románticas de Dvorák o en el 'Libertango' de Piazzola y mostrar su bello y bien cincelado sonido
Hay que tener en cuenta algún dato curioso y revelador. Por ejemplo, que Ma apareció a los 8 años en la televisión estadounidense en un concierto dirigido por Leonard Bernstein. Su formación principal vino de la mano de otro Leonard, el violonchelista Rose. Pero en el fondo nuestro protagonista tiene todas las características del autodidacta, que sigue una carrera un tanto anárquica y rebuscando composiciones en zonas poco habituales entre sus congéneres. Tañe un instrumento extraordinario, un stradivarius de 1712, que perteneció a Jacqueline du Pré.
Considerado por muchos como el mejor violonchelista de las últimas décadas y uno de los músicos más destacados de todos los tiempos, Yo-Yo Ma, en su polifacética trayectoria musical, es una constatación del poder de la cultura para crear un clima de confianza. Cada uno de sus conciertos son un ejemplo del poder de su arte para crear momentos de comprensión compartida, así como una invitación a una conversación más amplia sobre la cultura, la sociedad y los temas que nos afectan en estos momentos. Por su parte, la pianista Kathryn Stott, formada con Nadia Boulanger y Vlad Perlmutter y ganadora del Concurso Internacional de Piano de Leeds, lleva ofreciendo conciertos junto a Yo-Yo Ma por todo el mundo desde el año 1985