¿Qué libro tiene entre manos?



The Creative Act: a Way of Being, de Rick Rubin.



¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?



Un paseo por la naturaleza.



¿Con qué personaje cultural le gustaría tomar un café?



Con Pitágoras, para conversar sobre su viaje a Egipto y la transmutación de los elementos.



¿Y una copa (o dos), ya entrada la noche?



Con Cavafis, y compartir nuestras Ítacas en poesía.



¿Recuerda el primer libro que leyó?



Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez.



¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?



Es sólo a través del papel que me conecto con el alma del protagonista. Me gusta leer de noche, de viaje, en aeropuertos…



¿Qué acontecimiento cultural le hizo cambiar su manera de ver el mundo?



Escuchar a la Orquesta Filarmónica de Berlín, en un monográfico de Richard Strauss con Lorin Maazel a la batuta. Tenía 19 años y me hizo sentir el verdadero propósito de un músico: inspirar y emocionar.



The Blue Album es un disco vertebrado por un estado emocional, el introspectivo asociado al azul. ¿Qué clase de viaje plantea?



Un viaje interior a la reflexión, que celebra la sensibilidad y la capacidad de sentir del ser humano.



¿Cuál es el sonido que quería conseguir, teniendo en cuenta esa necesidad de crear una atmósfera íntima?



Buscaba una atmósfera mágica y de misterio, para que el oyente explore y se sumerja en la parte más íntima de su alma. Y por eso grabamos con Dolby Atmos, en un formato de experiencia de sonido envolvente.



Es un repertorio amplio, de Scarlatti a Richter, pasando por Couperin, Satie, Glass… Habrá piezas que no se habían tocado todavía con una guitarra clásica española, ¿no?



No estoy seguro, pero quizás las dos piezas minimalistas Orphée’s Bedroom, de Philip Glass, y A Catalogue of Afternoons, de Max Richter.



¿Qué tiene este instrumento que no tengan los demás?



La guitarra te seduce con un sonido único lleno de colores, es como el microcosmos de una orquesta. Además, es un puente natural entre la música popular y la música clásica y es el instrumento más democrático y cercano al corazón de las personas.



En septiembre estará de gira por Italia y Colombia. ¿Cómo se recibe a la guitarra clásica española fuera de nuestro país?



Con ovaciones. Siendo un instrumento español, le pertenece tanto a España como al mundo. Es universal.



¿Qué película ha visto más veces?



Cinema Paradiso, de Giuseppe Tornatore.



¿Se ha enganchado a alguna serie?



Casi no veo series porque me engancho fácilmente. La última ha sido Succession.



¿Le importa la crítica, le sirve para algo?



En ocasiones me siento identificado con ella. Pero, al final, mi propósito como músico es el público y la crítica es la opinión de uno de ellos.



¿Qué obra de teatro le ha dejado clavado en la butaca?



El Evangelio de San Juan, de El Brujo. Me fascinó su detalle gestual y las sutilezas en la dramaturgia.



¿Entiende, le emociona el arte contemporáneo?



Me emociona y me fascina el que conecta conmigo. El que viene del corazón del artista y tiene un mensaje revelador sin necesidad de leer la explicación de la obra.



¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?



De Auguste Rodin, y si puedo elegir, El Beso como símbolo de reconciliación entre el hombre y la mujer.



¿Le gusta España? Denos sus razones.



Soy un orgulloso embajador de la cultura española en el mundo, que celebra la multiculturalidad, la tolerancia y la convivencia. Y además toco el instrumento español por excelencia: la guitarra clásica española.



¿Qué medida urgente tomaría para mejorar la situación cultural del país?



Desarrollar una ley de mecenazgo sólida.