Richard Strauss: "Arabella", "Ariadna en Naxos", "Elektra", "La mujer sin sombra", "El caballero de la rosa" y "Salome".
21 febrero, 199901:00
Gonzalo Alonso
Filarmónicas de Viena y Londres. Sir Georg Solti. Decca 14 CD"s 458 700-2 (también por separado).
Formidable estuche que reúne en 14 compactos las versiones de las óperas de Strauss grabadas por Georg Solti de 1957 a 1991. Al húngaro le iba esta música como anillo al dedo. Era un director férreo que sabía cómo controlar sin perder la emotividad y caer en la frialdad. Justo lo que requiere la compleja maraña orquestal de uno de los compositores que más notas legibles e interpretables han escrito. La base orquestal fundamental es la Filarmónica de Viena, aunque en el caso de "Ariadna" nos encontremos con una Filarmónica de Londres que no desmerece. Los repartos son impresionantes. En ellos hallamos desde cantantes del ayer tan prestigiados como London o Della Casa en la "Arabella" de 1957 hasta el Pavarotti del cantante italiano del "Caballero" (1968) o el Domingo del emperador de la postrera "Mujer sin sombra" de 1991, pasando por Price o esa Gruberova que ha sido la mejor Zerbinetta de la historia reciente. Solti tocó la celesta en un "Caballero de la rosa" con Kleiber en 1933 y dirigió "La mujer sin sombra" en su regreso a Salzburgo tras hacer las paces con Karajan. Sus versiones de todas ellas son tan magníficas como la de la "Tetralogía" wagneriana. Sin embargo, no pueden menos que resaltarse dos que permanecen insuperadas: "Elektra" y "Salome". Algunas veces se reúnen los mejores elementos y además se consigue la perfección, fue el caso de Sabata en "Tosca" y el de Solti en las dos obras citadas. Nilsson encabezó ambas y, en su enfoque de una frialdad destructora impresionante, alimentada por unos medios vocales de potencia y seguridad como no se han dado después, continúa en el más alto pedestal de las Elektras y Salomés. Todos los avances tecnológicos se han puesto al servicio de la actualización sonora de unas grabaciones magníficas ya en su origen. Una caja imponente para regalar o regalarse a uno mismo.