Cine

La hija de un soldado nunca llora

21 febrero, 1999 01:00

Director: James Ivory Con Kris Kristofferson, Barbara Hershey y Leelee Sobierski

Es curioso: el gran cineasta Terrence Malick ha decidido romper veinte largos años de voluntario silencio para rodar "La delgada línea roja", adaptación de la novela de James Jones. Y, quién lo iba a decir, la última película de otro James, éste apellidado Ivory ("Una habitación con vistas", la espléndida "Lo que queda del día", y la más reciente y mediocre "Sobrevivir a Picasso"), está basada en la obra autobiográfica de la hija del escritor, Kaylie Jones, donde narra sus años adolescentes transcurridos en París durante los 60 y 70 con un hermano adoptivo inclasificable y sus liberados padres. Fin de las analogías. Porque, como imaginan, la espléndida y terrible película de Malick nada tiene que ver con este filme de impecables maneras. Mención aparte merecen los actores: Kris Kristofferson, en el papel del novelista, y Barbara Hershey, como su atractiva esposa, están perfectos. Sin embargo, y a pesar de sus muchas virtudes, algo se echa en falta, quizá, en fin, un poquito más de corazón. Quién duda que Ivory es uno de los directores norteamericanos más sobrios y elegantes de la actualidad, pero, ay, tan contenido y frío que a veces al espectador le cuesta sufrir con los personajes, quedándose al margen del drama que ante sus ojos se desa-rrolla. Menos mal que, ya lo hemos dicho, el filme se beneficia de la interpretación de unos actores que consiguen transmitir la auténtica esencia de esta, a pesar de los esfuerzos del señor Ivory, emotiva y hermosa historia.