Georg Friedrich Haendel: "Cantatas italianas".
Un repertorio de lujo para una cantante de lujo. La soprano francesa Véronique Gens interpreta en esta ocasión, acompañada por el grupo Les Basses Réunies, tres cantatas trágicas de Haendel: "La Lucrezia", "Armida abbandonata" y "Agrippina condotta a morire". La música es siempre bellísima, por momentos de un dramatismo y profundo y desgarrado tan familiar a los amantes de la obra del gran compositor de Halle.
Véronique Gens, cuyo nombre empieza ya a escucharse con cierta frecuencia en nuestro país, es una cantante versátil y, sobre todo, elegante, muy elegante. Eso puede conferirle a veces una cierta frialdad no exenta, sin embargo, de un indiscutible encanto. Su timbre cálido, su articulación clara, su forma de decir el texto son excelentes. Los músicos de Les Basses Réunies con François Fernandez a la cabeza, todo un lujo como violinista, la arropan y la acompañan con maestría. ¿Qué más se puede pedir?
Véronique Gens, cuyo nombre empieza ya a escucharse con cierta frecuencia en nuestro país, es una cantante versátil y, sobre todo, elegante, muy elegante. Eso puede conferirle a veces una cierta frialdad no exenta, sin embargo, de un indiscutible encanto. Su timbre cálido, su articulación clara, su forma de decir el texto son excelentes. Los músicos de Les Basses Réunies con François Fernandez a la cabeza, todo un lujo como violinista, la arropan y la acompañan con maestría. ¿Qué más se puede pedir?
