Discos

Erich Wolfgang Korngold: "El sueño de una noche de verano" (Música para la película de Max Reinhardt).

23 mayo, 1999 02:00

Celina Lindsley, Michelle Breedt, Scot Weir, Michael Burt, solistas vocales. Coro de la Radio de Berlín. Orquesta Sinfónica Alemana de Berlín. Gerd Albrecht. CPO 999 449-2

En 1934, Erich Wolfgang Korngold recibió el encargo de escribir la música para la versión cinematográfica de "El sueño de una noche de verano" de William Shakespeare, en la ya mítica producción que el director teatral berlinés Max Reinhardt había paseado triunfalmente por América, al que la productora Warner Bros convenció finalmente para llevarla a los estudios, como primera de una serie de tres películas. La firma no escatimó en gastos (las otras dos no se realizaron por los elevados costes de ésta): contrató como actores a James Cagney (un encantador Bottom), Mickey Rooney (un risueño Puck) y a una jovencísima Olivia de Havilland (más bella que nunca como la altiva Hermia), e incluyó en el equipo a la coreógrafa rusa Bronislava Nijinska (la hermana del mítico bailarín), al realizador de cine William Dieterle como ayudante de dirección...
El resultado fue una película absolutamente deslumbrante y fantástica, a la que el compositor austriaco (que más tarde, y ya exiliado en los Estados Unidos, sería uno de los creadores de la música cinematográfica) dotó de una banda sonora absolutamente prodigiosa, en la que se mezclan con insuperable arte los pentagramas originales de la música escénica para "El sueño de una noche de verano" con otras partituras asimismo de Felix Mendelssohn, como la "Sinfonía Escocesa" (admirablemente parafraseada en el "Himno a Teseo"), "Romanzas sin palabras", canciones, etc. Y, además de ello, la incorporación de ritmos de su tiempo, como en la "Danza de los cómicos", con su aire jazzístico.
Las interpretaciones de Gerd Albrecht al frente de los conjuntos berlineses es magnífica, y los solistas vocales aportan su sensibilidad a esta deliciosa y originalísima re-creación para el cine de una de las partituras más maravillosas jamás escritas.