Concierto De Año Nuevo 2001. Obras de Jo- hann Strauss I y II, Josef Strauss y Joseph Lanner.
En esta ocasión se daba una circunstancia de especial interés, como era la presencia en el podio del máximo representante de la corriente historicista y uno de los pioneros de la misma, Nikolaus Harnoncourt, que abría así una tercera vía en la forma de interpretar estos conciertos, después de la tradición vienesa mantenida por los Krauss-Boskovsky-Maazel (quienes más han estado ligados a estos conciertos) y de estrellas de la batuta como Mehta, Abbado o Muti -sin olvidar las memorables aunque esporádicas visitas de Karajan o Kleiber-. Pues bien, lo que hace Harnoncourt no se parece a nada de lo anterior, y no es casual que el berlinés haya sido la figura escogida para el primer Concierto de Año Nuevo del nuevo milenio. Basando su programa en tres de los Strauss y Joseph Lanner, el creador del vals vienés, de quien se cumple en 2001 el bicentenario de su nacimiento, ha querido devolver a unas páginas tan manidas una frescura camerística y un tanto schubertiana, como de alegre y algo nostálgica reunión de amigos en el Prater. Harnoncourt no renuncia a su gusto por las fanfarrias, muy marcadas, ni a resaltar hallazgos sonoros de tremenda modernidad. La versión original de la celebérrima Marcha Radetzky contiene un delicioso humor.