Image: Concierto De Año Nuevo 2001. Obras de Jo- hann Strauss I y II, Josef Strauss y Joseph Lanner.

Image: Concierto De Año Nuevo 2001. Obras de Jo- hann Strauss I y II, Josef Strauss y Joseph Lanner.

Discos

Concierto De Año Nuevo 2001. Obras de Jo- hann Strauss I y II, Josef Strauss y Joseph Lanner.

7 febrero, 2001 01:00

Orquesta Filarmónica de Viena. Nikolaus Harnoncourt. 2 CD Teldec 8573-83563-2 DDD

El Concierto de Año Nuevo que la Filarmónica de Viena ofrece en el Musikverein de la capital austriaca todos los primeros de enero (después de haberlo interpretado la víspera a modo de ensayo general con público) es el acontecimiento musical que cuenta con más adeptos en todo el mundo. Las casas discográficas corren cada día más a la hora de presentar en el mercado el resultado de ese acontecimiento, pero nunca hasta hoy habían conseguido lo que Teldec: ponerlo al alcance del aficionado prácticamente sólo unas horas después de haber sonado en la dorada sala.
En esta ocasión se daba una circunstancia de especial interés, como era la presencia en el podio del máximo representante de la corriente historicista y uno de los pioneros de la misma, Nikolaus Harnoncourt, que abría así una tercera vía en la forma de interpretar estos conciertos, después de la tradición vienesa mantenida por los Krauss-Boskovsky-Maazel (quienes más han estado ligados a estos conciertos) y de estrellas de la batuta como Mehta, Abbado o Muti -sin olvidar las memorables aunque esporádicas visitas de Karajan o Kleiber-. Pues bien, lo que hace Harnoncourt no se parece a nada de lo anterior, y no es casual que el berlinés haya sido la figura escogida para el primer Concierto de Año Nuevo del nuevo milenio. Basando su programa en tres de los Strauss y Joseph Lanner, el creador del vals vienés, de quien se cumple en 2001 el bicentenario de su nacimiento, ha querido devolver a unas páginas tan manidas una frescura camerística y un tanto schubertiana, como de alegre y algo nostálgica reunión de amigos en el Prater. Harnoncourt no renuncia a su gusto por las fanfarrias, muy marcadas, ni a resaltar hallazgos sonoros de tremenda modernidad. La versión original de la celebérrima Marcha Radetzky contiene un delicioso humor.