G. Puccini
G. PUCCINI: Messa di Gloria. Antonio Pappano. Emi 5571592
He aquí una obra bastante poco conocida pero de indudables mérito y atractivo. La Misa de Gloria de Puccini es una obra escrita con apenas 22 años que revela a las claras la existencia de un gran compositor. Una pieza extensa para una amplia plantilla orquestal y coral, además de dos solistas masculinos. Al escucharla más de uno pensará que le suenan muchas cosas y es cierto, puesto que Puccini tomó después parte de sus temas para algunas óperas. Así el "Kyrie" aparece en Edgar o el "Agnus Dei" en Manon Lescaut. Al margen de tales detalles destacan fragmentos como el "Gratias agimus tibi", en el que Roberto Alagna está soberbio y su voz recuerda muchísimo a la de un joven Carreras, el bello "Agnus Dei", encomendado a tenor y barítono, con una inspirada conclusión, el "marchoso" "Qui tollis" y, muy especialemente, un "Credo" de curiosísimas concomitancias con las Bienaventuranzas de Cesar Frank. La versión se halla espléndidamente dirigida, tocada y cantada.
He aquí una obra bastante poco conocida pero de indudables mérito y atractivo. La Misa de Gloria de Puccini es una obra escrita con apenas 22 años que revela a las claras la existencia de un gran compositor. Una pieza extensa para una amplia plantilla orquestal y coral, además de dos solistas masculinos. Al escucharla más de uno pensará que le suenan muchas cosas y es cierto, puesto que Puccini tomó después parte de sus temas para algunas óperas. Así el "Kyrie" aparece en Edgar o el "Agnus Dei" en Manon Lescaut. Al margen de tales detalles destacan fragmentos como el "Gratias agimus tibi", en el que Roberto Alagna está soberbio y su voz recuerda muchísimo a la de un joven Carreras, el bello "Agnus Dei", encomendado a tenor y barítono, con una inspirada conclusión, el "marchoso" "Qui tollis" y, muy especialemente, un "Credo" de curiosísimas concomitancias con las Bienaventuranzas de Cesar Frank. La versión se halla espléndidamente dirigida, tocada y cantada.