Andy Warhol
Sin título, 1987
El Andy Warhol más decorativo y suave, dominador (ya pop) de una técnica de producción y reproducción de imágenes basada en lo serial pseudo mecánico y lo elemental-figurativo, encontró su mejor aliado en la serigrafía y las distintas combinaciones de las planchas. En ese momento hay que situar esta serie de diez estampas de flores presentada por primera vez a fines de los 60 y resucitada por el taller de Sunday Morning en 1987, poco antes de la muerte del artista (aunque cabe pensar que más como parte del aprovechamiento sistemático a que su quehacer dio lugar que a modo de homenaje). Dejando al margen la (por él mismo cuestionada) autoría de la serie, aspecto poco sustancial tratándose de Warhol, ésta es un reducido muestrario de su dominio de la impresión sensorial mediante la asociación de gamas, el manejo de la dimensión y la separación entre fondo y forma, con ese sello único tan idóneo para ser copiado como inconfundible.