Joan Sutherland
JOAN SUTHERLAND: Arias y Escenas de ópera. Richard Bonynge. Decca 470 026-2. 2CDS
Para muchos ha sido el fenómeno vocal del siglo. No hay que buscar en ella la expresión dramática, sino las proezas vocales al servicio de unas partituras. Su voz no tenía rival en las coloraturas y no se trataba de una voz de pajarito, como la gran mayoría de las sopranos ligeras, aunque ella llegase a cantar el pájaro del bosque wagneriano. No se trataba de una voz de un caudal enorme y por ello tenían mucho más mérito todas sus agilidades, conseguidas mediante una técnica extraordinaria. Gran parte de ella se debía a las enseñanzas de su marido, el director de orquesta Richard Bonynge, quien la acompaña en casi todas las escenas del presente doble álbum. Se trata de un fiel reflejo de lo que fue Sutherland, hoy ya retirada en su casa suiza. El repertorio incluye sus clásicos, como el aria de las campanillas de Lakmé y también piezas que no le iban nada, como "In questa reggia" de Turandot o la "Muerte de Isolda". Incluso hay propinas, canciones populares y de operetas. Merece la pena.
Para muchos ha sido el fenómeno vocal del siglo. No hay que buscar en ella la expresión dramática, sino las proezas vocales al servicio de unas partituras. Su voz no tenía rival en las coloraturas y no se trataba de una voz de pajarito, como la gran mayoría de las sopranos ligeras, aunque ella llegase a cantar el pájaro del bosque wagneriano. No se trataba de una voz de un caudal enorme y por ello tenían mucho más mérito todas sus agilidades, conseguidas mediante una técnica extraordinaria. Gran parte de ella se debía a las enseñanzas de su marido, el director de orquesta Richard Bonynge, quien la acompaña en casi todas las escenas del presente doble álbum. Se trata de un fiel reflejo de lo que fue Sutherland, hoy ya retirada en su casa suiza. El repertorio incluye sus clásicos, como el aria de las campanillas de Lakmé y también piezas que no le iban nada, como "In questa reggia" de Turandot o la "Muerte de Isolda". Incluso hay propinas, canciones populares y de operetas. Merece la pena.