Image: Gustav Mahler

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Discos

Gustav Mahler

13 marzo, 2003 01:00

Norman, te Kanawa, Horne, Riegel, Luxon. Coro del Festival de Tanglewood. Orquesta Sinfónica de Boston. Director: Seiji Ozawa. Philips 470 871 2, 14 Cds

La contradicción al principio: dentro de los ciclos discográficos de las Sinfonías de Mahler, quizá es éste el mejor tocado y uno de los mejor grabados; pero estas dos virtudes no bastan para concederle un puesto de primacía. Cuando Seiji Ozawa asumió la titularidad de la Sinfónica de Boston, en 1973, sus dos predecesores en el cargo -Erich Leinsdorf y William Steinberg- habían iniciado una tradición mahleriana dentro de la agrupación. Ozawa recogió ese testigo con timidez y, tras una temprana grabación de la Sinfonía nº 1 (1977 para DG), en 1980 comenzó, para Philips, una lenta travesía mahleriana que no se cerró hasta 1993 (Sinfonía nº 3).

Desde 1989 (Sinfonía nº 9), las grabaciones se realizaron en vivo y esa tensión del directo confiere una intensidad superior a las obras así registradas: Andante-Adagio de la Sinfonía nº 10 y Sinfonías Quinta, Sexta y Tercera. Preciosismo y exactitud técnica son marchamo de todas las otras obras, pero la perfección de la superficie alberga muy poca sustancia: en la "Resurrección" todo está en su sitio; en la Séptima, el tiempo central parece más chiflado que sombrío, y la segunda "Música nocturna" bordea la cursilería; la segunda Primera, de 1987, no aporta nada a lo ya dicho en 1977. En las Canciones a la muerte de los niños, Jessye Norman aporta una voz hermosa, pero algo afectada. Frente a esto, el primer movimiento de la inconclusa Décima, el primero de la Tercera, los centrales de la Sexta o casi toda la Quinta, presentan a un Ozawa genuinamente volcado en la música. ¡Qué fabuloso sonido, tan pocas veces lleno de música!