Image: Sergei Prokofiev
Sergei Prokofiev
Obras para Chelo
12 junio, 2003 02:00
La Sinfonía concertante op. 125 recibió su último bautismo en 1954, muerto ya el autor, cuando fue estrenada por Rostropovich. Es una composición cargada de vida, plagada de expresivos contrastes, que ofrece una suerte de viaje espiritual que va de una celeste ensoñación a la locura más delirante, como resalta la violonchelista y protagonista del disco, la diminuta Han-Na Chang, una artista poseedora de una rara energía y de una técnica magnífica. La vitalidad corrosiva del Scherzo de esta Sinfonía es estupendamente reproducida por la intérprete, bien atendida por la batuta de Pappano, que la acompaña luego al piano en la Sonata para violonchelo op. 119 plena de elocuencia y de brío.
