Un caso muy curioso el de esta cantante nacida en Nueva York en 1922. Tras iniciar una carrera de soprano, se pasó a la cuerda de mezzo. En estos dos discos solamente se contienen grabaciones de la segunda etapa de la artista. Habría sido interesante seguir la evolución. La voz de mezzo de Resnik era amplia, oscura, de timbre penetrante, robusta y extensa, con graves bien apoyados, quizá en exceso abiertos a veces. Era cantante aplicada, musical y expresiva, de muy firmes criterios interpretativos. Aquí encontramos un muy amplio muestrario de sus habilidades. Destaquemos la bien medida sensualidad de Carmen o Dalila, el tono narrativo de Azucena de Trovador o la espectacular reflexión de Eboli en Don Carlo. Sugerente en Quickly de Falstaff, excelente Brangania junto a Nilsson en tres fragmentos de Tristán y competente Fricka en Walkiria. De especial valor son los pasajes de Elektra de Strauss, en los que nos ofrece una impresionante e histérica imagen de Clitemnestra. a. reverter