Giuseppe Verdi
Don Carlo
26 febrero, 2004 01:00El único problema de la neoyorquina radica en la toma de sonido, pues hay compases que se han perdido, lo que es una pena. Por lo demás estamos ante una gran versión. Molinari-Pradelli era uno de esos maestros de los que ya no existen, que conocían las voces y sabían cómo rodearlas y tratarlas para que diesen lo mejor de sí mismas y resaltasen. Difícil es hallar un mejor infante que Corelli. Fue uno de los grandes e indiscutibles papeles de su carrera y lo deja claro en esta grabación, en la que respeta -cosa rara- la partitura sin irse a los calderones en ciertos agudos de la obra, como en el primer dúo con Rodrigo. Quizá fuese por respeto a Robert Merrill. Ruggero Raimondi era un poco joven aún para Felipe II, pero mostraba las posibilidades futuras y Gabriella Tucci una estupenda Elisabetta, con una voz poderosa. Hoy una soprano así, en su día de segunda, sería reina. Pero la gran baza es la presencia de Fiorenza Cossotto como la Princesa de éboli. Está increíble y el público se vuelca. ¡Qué poderío!
Ante tal plantel poco puede decirse del de la segunda publicación, que no pasa de discreto, al igual que la dirección de Alberto Hold-Garrido, el joven español que aparecía semanas atrás en El Cultural.