Image: Antonin Dvorák
Antonin Dvorák
Serenatas Op. 22 y Op. 44
25 marzo, 2004 01:00
No es tan frecuente encontrar en el mismo disco las dos serenatas de Dvorák, la op. 22 (B 52), para orquesta de cuerdas (1875) y la op. 44 (B 77), para conjunto de viento (1878). Y menos en una interpretación tan límpida, tan fresca. Las cuerdas de la Filarmónica vienesa son pura seda en la enunciación del primer y característico tema de la op. 22, tan cálido y tan conectado con la naturaleza ondulante; la batuta respeta este clima con elegancia. Y delinea con sobriedad y un estilo que se baña en la herencia de las harmoniemusik del XVIII la op. 44. Esas referencias se concretan en las citas literales a la Gran partita de Mozart. Aire, claridad, tímbrica agreste y una grabación excepcional nos facilitan el seguimiento de las envolventes melodías y de las bien forjadas líneas de contrapunto. El Allegro vivace de la obra para vientos es de una minuciosidad y detallismo raros. A día de hoy esta doble interpretación se sitúa en alto lugar. La cadencia y la ensoñación de la serenata para cuerdas nos recuerdan a la tan matizada de Kempe.
