El sevillano Manuel Vallejo (1891-1960) ha sido uno de los cantaores con mayor personalidad de la historia del flamenco. Consiguió aunar una extraordinaria musicalidad, heredera de la línea marcada por intérpretes no gitanos como don Antonio Chacón, y el vertiginoso compás característico de los calés. Pocos flamencos han cantado tan medidos como él. Reconocido ya en su tiempo como indiscutible figura, recibió dos prestigiosos premios de la época: la Copa Pavón y la Llave de Oro del Cante. El segundo volumen del sello Sonifolk dedicado a este gran artista recoge cuarenta cantes que dan muestra de su magisterio. Todos están marcados por su inconfundible y genial sello. Abarcó infinidad de estilos. En estos dos compactos se puede disfrutar también de su personal media granaína, de los fandangos que él acuñó y de unos peculiares campanilleros. Hace un palo tan poco usual en la actualidad como los jaleos extremeños y se incluye un "fandango republicano". Cante grande.