La joven pianista alemana Uta Weyand, alumna de Vitalys Margulis en Friburgo y de Joaquín Soriano en Madrid, deja constancia de sus progresos y buen hacer en un disco muy bonito dedicado a Granados, en el que se incluyen también tres sonatas de Scarlatti. Tanto en las Escenas románticas, dedicadas a Chopin, como en los Valses poéticos, de una cierta inspiración schumaniana, hay sensibilidad e inteligencia, pero no cae nunca en la blandura. Más bien podría haber controlado un poquito menos. Acierta a reflejar ese aire ensoñador que impregna la música pianística del compositor leridano. Estas piezas contrastan con el más brillante Allegro de concierto. Completan la publicación tres sonatas de Scarlatti en arreglos de Granados.