Jesús Rueda (1961), reciente Premio Nacional de Música, es diestro en el manejo de las líneas contrapuntísticas, domina el oficio de las calibraciones de las intensidades, controla el componente rítmico, trata las texturas con la paciencia de un orfebre y, cosa fundamental, tiene imaginación para desarrollar sus ideas. Todo ello se aprecia en este disco. La Sinfonía nº 1, Laberinto, es obra sugerente, cargada de electricidad, cambiante, llena de impresionantes claroscuros; la nº 2, Acerca del límite, es más compacta, rectilínea y equilibrada. Viaje imaginario es un recuerdo, con todas las consecuencias, de su maestro, Francisco Guerrero (1951-1997). Las Orquestas de Conciertos de Munich, JONDE y RTVE están dirigidas muy bien por Domínguez Nieto, Martínez Izquierdo y MacMillan. a. r.