Por fortuna, cada vez más son los grupos extranjeros interesados en la inagotable riqueza que posee nuestra música antigua. El excelente conjunto Accentus Austria protagoniza este compacto, que, introducido por la misteriosa Mujer del abanico velazqueña, sirve de pretexto para recoger una serie de bellísimas piezas del primer barroco español, debidas a autores como Sebastián Durón, Juan Hidalgo o José Marín. Obras tanto sacras como profanas, muchas de ellas relacionadas con el ámbito teatral, y llenas siempre de un profundo sentimiento. El propio director del conjunto, Thomas Wimmer (autor asimismo de las documentadas notas), conduce desde la viola de gamba unas versiones llenas de brío y contrastes, acompañadas de páginas instrumentales de gran vitalidad rítmica como los Canarios de Gaspar Sanz o las Paradetas a partir de Ruiz de Ribayaz. La soprano María Luz álvarez, con su timbre diáfano, su pulcra dicción, su dominio del estilo y su bella línea de canto, contribuye a hacer del presente registro una auténtica delicia.