Encontramos de nuevo el registro de la Tetralogía firmada por Knappertsbusch en 1956, superior probablemente a cualquier otra que se haya producido en la Colina Sagrada, ahora técnicamente muy mejorado. Poco puede decirse de la interpretación que no se haya dicho ya y que refulge como nunca. Están los grandes cantantes de la época, un equipo mítico en el que figuraban los más grandes Brönnhilde (Varnay), Wotan (Hotter), Siegfried (Windgassen), Sieglinde (Browenstein), Alberich (Neidlinger) o Mime (Kuën) de muchas décadas. La dirección expansiva, coloreada, matizada y humanísima de Kna era la indicada para sacar a flote todos los altos valores que se ventilan en tan magna obra. Ocasión para hacerse con un clásico imperecedero.