Evocación de una suerte de ágape musical que rememora las reuniones de la Música de la Cámara de Luis XIII, que poco a poco fueron accediendo a círculos aristocráticos y burgueses. El repertorio estaba ligado a formas vocales principalmente polifónicas. La viola era considerada como "la mejor y más noble imitación de la voz humana". Músicas muy variadas, todas ellas maravillosas -de Boesset, Thibaud de Courville, Claude Le Jeune y otros-, concurren en este compacto del excelente grupo L’Amoroso, del que Balestracci es director. Debemos aplaudir su sonoridad a la viola soprano, la imaginación para desarrollar algunas espléndidas fantasías; y destacar la labor de la soprano Caroline Pelon, forzada en agudos pero experta en los adornos.