G. Dnizetti

El entusiasmo era indescriptible en la sala de la Volkoper vienesa aquel abril de 1974, pero la verdad es que sólo estaba justificado en el caso de uno de los intérpretes de la Lucia di Lammermoor de Donizetti. Sonja Poot fue una soprano de coloratura que apenas salió fuera de Austria y Alemania. Su Lucia interesa poco por rutinaria y las agilidades y agudos tampoco resultan todo lo limpios que la partitura exige. Vicente Sardinero resuelve bien la escena de su entrada pero empeora notablemente en el duo con su hermana y el bajo Thomas O’Leary queda un tanto basto, monocorde y mal de dicción. Jaime Aragall es quien saca adelante la función con un timbre de oro, quizá el más bello de su generación. Desgraciadamente, no son muchas las grabaciones que nos lo recuerdan y por ello merece la atención la presente. Un tenor así, por muchos miedos y espantadas que le acompañasen en su trayectoria, sería el rey de los escenarios por su voz amplia, de claro fraseo, agudos seguros, buen legato y una perfecta combinación entre dulzura y virilidad. Esta grabación suena aceptablemente aunque en algunos momentos se aprecien algunas bajas de sonido.