Una grata sorpresa ha constituido la audición de este recital, realizado en el Aula de cultura de la Caja de Murcia el pasado mes de diciembre de 2006 por la violinista taiwanesa Hsin-Lin Tsai, profesora en la Universidad de Boston. Por la naturalidad del fraseo, límpido y libre de gangas, de adherencias; por el temple de un arco generalmente firme y seguro; por la calidad de un irisado sonido, resultado de una rara mezcla de penetración y de dulzura, a falta de una mayor depuración y de un vibrato más franco. La afinación es quizá mejorable, como el legato; pero estamos hablando de una artista muy joven, todavía en pleno camino de poder recibir el doctorado. Hay bastante generosidad en ese arco a la hora de exponer con finura no reñida con el rigor la Sonata K 304 de Mozart o en el momento de cantar casi con delectación el Adagio de la n. 6 op. 30 n. 2 del gran sordo de Bonn, Beethoven. Se defiende excelentemente en la difícil Sonata de Poulenc, cuyas ásperas sonoridades y virulentos acentos, de corte real- mente trágico en su Finale, alusivo a la muerte de Federico García Lorca, son perfectamente expuestos y reproducidos en esta nueva producción discográfica.