Pero el flamenco para Gallardo del Rey no es sólo una fórmula de articulación práctica, sino el componente esencial, espiritual si se quiere, que le da carácter a su música y a su manera de tocar, ya que, siendo un guitarrista considerado clásico, el flamenco lo podemos apreciar de manera sutil en el fraseo, en el diseño armónico e incluso en la técnica utilizada para la ejecución.
Autor de Obertura de Silverio, Fuego o Concierto para tres noches de primavera, ahora, en esta nueva obra, su guitarra se en- sambla de forma prodigiosa con el exuberante y perfecto instrumento de la violinista canaria Anabel García del Castillo para rememorar los delicados ecos de tarantas, peteneras o tientos.