La pianista donostiarra de 25 años no ha podido tener un debut discográfico más afortunado. El universo schumanniano es particularmente difícil de desentrañar, y aún más en estas pequeñas piezas llenas de misterio que forman las Fantasiestücke opus 12, que aborda con una irresistible combinación de poético recogimiento y de frescura expresiva, así como con la fantasía e imaginación que requieren estas prodigiosas miniaturas. Lo mismo cabe decir de las otras dos obras que completan el CD: Papillons opus 2 y el Allegro opus 8. La toma sonora tiene la naturalidad necesaria que requiere la mágica pulsación.
Schumann
Judith Jáuregui
25 marzo, 2011 01:00La pianista donostiarra de 25 años no ha podido tener un debut discográfico más afortunado. El universo schumanniano es particularmente difícil de desentrañar, y aún más en estas pequeñas piezas llenas de misterio que forman las Fantasiestücke opus 12, que aborda con una irresistible combinación de poético recogimiento y de frescura expresiva, así como con la fantasía e imaginación que requieren estas prodigiosas miniaturas. Lo mismo cabe decir de las otras dos obras que completan el CD: Papillons opus 2 y el Allegro opus 8. La toma sonora tiene la naturalidad necesaria que requiere la mágica pulsación.