En este álbum se contienen las partituras creadas por un joven músico que había de asombrar al mundo por sus poemas sinfónicos, óperas y lieder. En estas obras juveniles se iba fogueando. Hay todavía mucho Mendelssohn y Brahms en sus dos Tríos para piano escritos a los 13 y 14 años. O en su Cuarteto con piano, o en su Cuarteto de cuerda. Pero ahí están ya sus habilidades para la combinación de distintas voces.



Gran parte de estos nueve discos se destinan a transcripciones de obras como la Serenata op. 7 para instrumentos de viento. O las de los dos Conciertos para trompa. Un puñado de obras que nos acercan a zonas desconocidas del compositor, que aparecen servidas, en grabaciones ya añejas, por una amplia serie de intérpretes de las mejores cosechas, entre ellos el director y pianista Wolfgang Sawallisch. Señalemos que la misma compañía acaba de importar, dentro del sello Newton, un doble cedé con la música para conjunto de vientos y el Concierto para oboe del mismo creador. Todo un festín straussiano.