La sonoridad algo metálica de la Borusian Istambul Orchestra, lo estridente de sus vientos y una cierta aspereza de sus cuerdas parecen convenir a la naturaleza virulenta de muchos instantes, que son servidos de manera vehemente por Sascha Goetzel, cuya batuta se revela clara y diseccionadora y que, incluso, se permite ciertos toques de sensualidad y efectos de rubato en la partitura raveliana, en todo caso de interpretación tan fulgurante como las demás.
Música maquinista
Borusian Istambul Orchestra. Sascha Goetzel
30 noviembre, 2012 01:00La sonoridad algo metálica de la Borusian Istambul Orchestra, lo estridente de sus vientos y una cierta aspereza de sus cuerdas parecen convenir a la naturaleza virulenta de muchos instantes, que son servidos de manera vehemente por Sascha Goetzel, cuya batuta se revela clara y diseccionadora y que, incluso, se permite ciertos toques de sensualidad y efectos de rubato en la partitura raveliana, en todo caso de interpretación tan fulgurante como las demás.